Mis huellas a casa

En las últimas dos décadas el actor norteamericano Charles Martin Smith se ha enfocado en su faceta como director en llevar a la pantalla historias donde sus protagonistas son seres del mundo animal.

Recordado como actor de ensamble de clásicos norteamericanos como “Locura americana” (George Lucas, 1973) o “Los intocables” (Brian De Palma, 1987), aunque su ópera prima como director fue la olvidable película de terror “Trick or treat”, de 1986, pareciera que a la larga le dejó huella el trabajo como protagonista del clásico de temática ecológica “Los lobos no lloran” (Carroll Ballard, 1984) porque a partir de otra cinta con el sello de Disney como “Air Bud”, de 1997, donde su protagonista era un perro que jugaba basquetbol, a la taquillera dupla de películas “Winter-El delfín”, de 2011 y su correspondiente secuela del 2014 “Winter-El deflín”, protagonizadas por la actriz Ashley Judd.

Cinco años después de esta última cinta, coincidiendo con recientes noticias nacionales alarmantes como la muerte a puñaladas de un perro en Piedras Negras, llega a pantallas nacionales incluyendo las de Saltillo la más reciente película dirigida por Charles Martin Smith, “Mis huellas a casa” (“A dog´s walk home”), la cual además de completar una trilogía animal protagonizada por la mencionada Ashley Judd, es la segunda donde su protagonista es en su caso una perrita de nombre Bella que sirve como narradora de la historia con la voz en inglés de la actriz Bryce Dallas Howard.

“Mis huellas a casa” inicia con Bella, de cachorro, viviendo con su madre en las ruinas de una casa derrumbada donde conviven con una familia de gatos hasta que llegan a desalojarnos quedando Bella sola en compañía de la mamá gato hasta que es encontrada por un joven estudiante de medicina de nombre Lucas (Jonah Hauer-King) quien aún vive con su madre Terri (Ashley Judd), una militar retirada, y pensando en que la perrita pueda servir de compañía sobre todo a ella la adopta.

Los problemas para Bella y su nueva familia inician porque siendo de la raza pitbull y viviendo en Denver, Colorado, donde el hecho de que anden en la calle implica que sean puestos a dormir por considerarse como riesgo para la comunidad, por lo que optan por mudarla temporalmente de estado, al de Nuevo México, pero al añorar Bella su hogar, escapa de la casa donde la cuidan unos conocidos de sus amos sin medir los riesgos que implica el seguir las huellas de su regreso a casa.

Con un elenco que complementan actores como el nominado al Oscar Edward James Olmos (“Con ganas de truinfar”) haciendo el papel de un desamparado o Barry Watson, de la serie juvenil de mediados de los 90 “7th Heaven” como un escritor gay entre otros personajes que se topan con Bella en su regreso a su hogar, “Mis huellas a casa” es otra de las cintas en la filmografía de Charles Martin Smith que mantienen ese espíritu de la serie de Disneylandia en sus episodios dedicados a la naturaleza o películas como la mencionada “Los lobos no lloran” que sin caer en la sensiblería conectan más bien con cuidada sensibilidad al espectador con el mundo animal cada vez más amenazado por la adversa humanidad de hoy en día. Recomendable para toda la familia.

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