Héroes invisibles: los recolectores de basura de Saltillo desafían obstáculos y prejuicios mientras mantienen limpia la ciudad
Conoce la historia de Adrián Moreno y su equipo, quienes enfrentan desafíos diarios para mantener las calles limpias. A pesar de su labor crucial, a veces son ignorados o insultados, pero encuentran su recompensa en el agradecimiento de los niños y niñas, quienes los consideran héroes
Panterota exige ser alimentada, gruñe, resopla. Panterota pesa varias toneladas y es un camión recolector Freightliner. Se llama así por la Pantera Rosa, me dice entre risas Adrián Moreno, el único con permiso de acariciarla y conducirla. Adrián es delgado, amable y lleva veinte años como empleado del Ayuntamiento de Saltillo. No existe el día del recolector de basura, ni tiene aumentos salariales constantes, pero él y su equipo arriesgan la vida para que la ciudad esté limpia. Pese a esto, son invisibles para casi todo el mundo. Los que los notan los insultan o los acusan de robo. Aunque, también tienen fans: niños y niñas que hacen que pasar horas entre la basura valga la pena.
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Una ballena azul, el mamífero más grande del mundo, pesa alrededor de 50 toneladas. Eso es lo más que han cargado en solo un día de trabajo Enrique Mayorga Covarrubias y Luis Eduardo Alba Gómez. Ambos aman su trabajo, dicen que les gustan dos cosas: el ejercicio y el dinero. Aunque en este recorrido solo dos personas en un residencial les dieron propina, ellos se divierten. Ayer, por ejemplo, se encontraron una bolsa de disfraces. El Santo conducía mientras Spiderman y una quinceañera recogían la basura bailando.
Su día empieza a las cuatro de la tarde. Adrián recoge a Panterota y le hace el primer cariñito del día: una revisión rápida de los niveles de aceite, agua, las llantas y cualquier otro detalle que pueda impedir que al día siguiente las calles estén llenas de basura. Hay días en los que Panterota hace berrinche. Se ponchan las llantas o se le funde un ojito. Esos días, Adrián se arma de paciencia y atiende a su bebé. Aunque esto implique pasar una tarde calurosa al lado de toneladas de desperdicios. Dice que a veces, prefiere dejar de comprarse un pantalón para tener bonita a Panterota y me muestra los adornos y detalles que le ha puesto a su tanque de guerra, como también le gusta decirle.
Con la pericia de Checo Pérez, Adrián lleva a Panterota a lugares donde nadie se atreve a entrar, a lugares difíciles, a lugares hermosos. Cada día es una aventura y no siempre termina en sonrisas. En una ocasión, un vecino eligió la violencia. Quiso golpear a Adrián y a sus muchachos porque quebraron una rama. Otro día, una señora los acusó de robarse una bicicleta y exigió que descargaran toda la basura. Adrián y los demás tuvieron que demostrar su inocencia frente a los policías. ¿Cómo? Nadando entre estiércol y basura de morgues y hospitales. Lo peor fueron los insultos como “muertos de hambre o mugrosos rateros, pepenadores, marranos, yo por eso estudié para no andar como baboso corriendo atrás de un camión”.
Entonces, la señora recibió una llamada:
-Mamá, aquí está la bici.
Se retiró del lugar y los policías dijeron que no había delito qué perseguir. Se fueron, pero Adrián y sus colegas tuvieron que regresar al trabajo, con horas de retraso y terminar de vaciar el camión al amanecer. Injusticias que pasan desapercibidas.
![El tanque de guerra contra la basura de Saltillo. $!El tanque de guerra contra la basura de Saltillo.](http://vanguardia.com.mx/binrepository/2000x1333/0c0/0d0/none/11604/FYLO/imagen-10_1-6257163_20230626164627.jpg)
Hay bolsas de basura y una piñata de Frozen en la esquina, apenas se nota cómo una pequeña sale con dos botellas de agua helada. Las ofrece a los “señores de la basura” y corre tímidamente de regreso a casa. Como ella, muchos niños y niñas ven a los tripulantes del camión de la basura como héroes. Uno de ellos, Tadeo, le regaló una paleta a Adrián, con una cartita que dice: “gracias por ser un héroe del planeta”. Otros, como pude comprobar en los recorridos que hicimos con ellos, observan extasiados desde los techos y ventanas a sus ídolos.
![El hombre más feliz del mundo: Adrián, el recolector de basura con pasión por la música. $!El hombre más feliz del mundo: Adrián, el recolector de basura con pasión por la música.](http://vanguardia.com.mx/binrepository/2000x1333/0c0/0d0/none/11604/UUID/imagen-5_1-6257167_20230626164629.jpg)
Si pudieran pedirle algo a las personas que tiran la basura, sería que no escatimaran en bolsas buenas --de las negras, de las más resistentes--, y que se tienten tantito el corazón antes de tirar su basura. El zacate mojado, por ejemplo, una bolsa llena puede pesar hasta 25 kilos y no es sólo una la que tiran. “Somos personas”, quieren recordarles a aquellos que tiran animales muertos, inyecciones o rastrillos en una sola bolsa. “Si les ponen una bolsa resistente nos ayudan mucho”.
Hay niños de más de veinte años, como un güero que les dice: -Les iba a traer unas Tecate pero, dije no, andan trabajando. Y extiende sus manos con unas cocas heladas. Perfectas para estos 38 grados centígrados que parecen ignorar Eduardo y Enrique. “No, señorita, tómesela usted.” No sólo me han querido regalar lo que les ofrecen, sino que se tomaron la molestia de detenerse por un agua para mí, sin pedírselos.
![El llamado de los recolectores: bolsas resistentes y consideración al desechar basura. $!El llamado de los recolectores: bolsas resistentes y consideración al desechar basura.](http://vanguardia.com.mx/binrepository/2000x1333/0c0/0d0/none/11604/CWID/imagen-6_1-6257171_20230626164631.jpg)
Lamentablemente no soy la única celebridad que ha subido con Panterota. También lo hizo en su momento Manolo Jiménez Salinas.
-Te necesito mañana, va a subirse al camión el alcalde sin guaruras, dijo José Guadalupe Belmares uno de los supervisores.
-No hay problema jefe, respondió Adrián.
Manolo resultó ser un buen pasajero. En uno de los frenones, causados por los automovilistas rápidos y furiosos con los que suelen toparse, Adrián se disculpó:
-Lo siento, jefe.
-Nombre, cuál lo siento, ahorita les jugamos unos arrancones, dijo entre risas quien será el próximo gobernador.
![Panterota: el camión recolector que ruge en las calles de Saltillo. $!Panterota: el camión recolector que ruge en las calles de Saltillo.](http://vanguardia.com.mx/binrepository/2000x1333/0c0/0d0/none/11604/BXID/imagen-7_1-6257175_20230626164634.jpg)
El motivo de su visita fue para conocer los nuevos camiones de aquel entonces. Manolo sabía que necesitaban unidades más grandes. Y aunque recientemente se incluyeron camiones más modernos a la tropa, son más pequeños.
Si estuvieran en su lugar, como gobernadores le subirían el sueldo a los policías y le darían su base a personas del servicio municipal de limpieza. Eduardo, por ejemplo, lleva ocho años sin ella. Y eso que en sus brazos carga no sólo toneladas de basura, sino también la misión de una ciudad limpia.
Además del riesgo de infectarse o toparse con restos humanos, como les pasó a sus compañeros años atrás, lo más duro para Adrián es tener que tirar figuras religiosas. Una tarde una señora tiró una Virgen de Guadalupe. Adrián le preguntó el porqué y ella solo contestó: “Yo para qué quiero a esa mona”. Para Adrián, quien ha sido varias veces Cristo en el Via Crucis, fue un duro golpe, pues cada que ve una imagen de la Virgen de Guadalupe recuerda a su madre, quien falleció en 1997.
![La gratitud de los niños: una paleta y una carta para los héroes de la basura. $!La gratitud de los niños: una paleta y una carta para los héroes de la basura.](http://vanguardia.com.mx/binrepository/2000x1333/0c0/0d0/none/11604/UQID/imagen-8_1-6257179_20230626164636.jpg)
Pasar la medianoche en el relleno sanitario es un plan que muchas personas evitarían, pero no Adrián. A esa hora, su cuerpo se ha acostumbrado al olor de la basura; descarga los desechos de la parte norte de Saltillo y aprovecha para cantar, otra de sus pasiones. Han sido ocho horas de giros y reversas peligrosas, que son pan comido para él que se considera “la ovejita negra” de su familia, por no haber estudiado. Pero, recalca: “También soy el más feliz”. Le hubiera gustado ser médico forense, “así los pacientes se morirían por una cita conmigo”. A veces piensa en irse a manejar un tráiler pero la piensa, ya son 20 años aquí.
![Injusticias invisibles: acosos y acusaciones falsas a los recolectores de basura, pero también hay ciudadanos que valoran su trabajo. $!Injusticias invisibles: acosos y acusaciones falsas a los recolectores de basura, pero también hay ciudadanos que valoran su trabajo.](http://vanguardia.com.mx/binrepository/2000x1333/0c0/0d0/none/11604/QWID/imagen-9_1-6257183_20230626164638.jpg)
“Cómo me gusta este rancho”, dice Adrián mientras maneja por los puentes. Cada pregunta me la devuelve con una broma inesperada. Todo, mientras hace difíciles maniobras para entrar a mi calle. Adrián tiene otra pasajera: su armónica, que lo acompaña en los momentos de soledad, como cuando descarga el camión en la madrugada. También la ha llevado a conciertos, pues pertenece a la Rondalla Inolvidable de Saltillo.
![Los niños ven a los recolectores como héroes del planeta. $!Los niños ven a los recolectores como héroes del planeta.](http://vanguardia.com.mx/binrepository/2000x1333/0c0/0d0/none/11604/CNID/imagen-2_1-6257187_20230626164640.jpg)
“Pero ya ve cómo es esto, señorita, los románticos siempre nos quedamos solos”, me dice el hombre más alegre del mundo, antes de que termine mi viaje en Panterota.