‘Lo que venga Dios dirá, pero jamás abandonaré al PRI’, asegura Gobernador de Coahuila

TORREÓN, COAH.- Luego de negar que su partido le haya llamado para aceptar un escaño en la Cámara de Senadores, el gobernador Miguel Riquelme, a 17 días de terminar su gestión, dijo que está tranquilo y terminará bien su administración.

“Lo que venga, Dios dirá, pero jamás abandonaré al PRI”, aseguró en la rueda de prensa que ofreció hoy aquí.

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Al comienzo de su encargo como Gobernador, aseveró, vino de menos a más; la confianza de la ciudadanía costó mucho tiempo ganarla, como para perderla en un par de días por un capricho o por alguna obsesión personal.

Comentó que siempre ha esperado los tiempos, “cuando te toca, te toca”, y en ese sentido no tiene ninguna aspiración personal dentro de su carrera política.

Explicó que siempre ha estado preparado para vivir la vida de un exgobernador y es así como lo ha manifestado a su familia, a sus colaboradores y a sus más cercanos.

El cargo de Gobernador, pasando a exgobernador, es un tope en toda carrera política y hay que madurarlo para que, de manera posterior seguir aportando, si se está en condiciones, pero sin ninguna obsesión dentro de la política.

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“Estoy más que satisfecho y con mucha gratitud con la gente y siempre lo dije: yo me voy tranquilo, si al terminar mi mandato puedo regresar a los tacos, a las hamburguesas y que la gente me salude, que bien”, manifestó.

Aseguró que jamás olvidaría que su partido fue el que le dio la oportunidad de gobernar Coahuila, ya que es enemigo de quienes chantajean o amenazan por cuestiones personales.