Buscan regular servicios de hemodiálisis
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La diputada federal Guadalupe Oyervides dijo que al menos la mitad de los establecimientos que brindan el servicio médico no cumplen con criterios de insumos, procesos y resultados para el correcto funcionamiento, establecidos por el Consejo de Salubridad General, por lo que pugnará ante la Cámara de Diputados reformar la Ley General de Salud.
En México funcionan más de 300 establecimientos privados que brindan servicios de hemodiálisis, sin embargo, no estaban obligados a contar con la autorización sanitaria por parte de la Secretaría de Salud y sólo presentaban el aviso de funcionamiento, señaló la diputada federal Guadalupe Oyervides.
La legisladora coahuilense agregó que estudios realizados en las unidades de hemodiálisis han podido detectar un panorama preocupante, pues muestran evidencia de que al menos la mitad no cumplen con criterios de insumos, procesos y resultados para el correcto funcionamiento, establecidos por el Consejo de Salubridad General, por lo que pugnará ante la Cámara de Diputados reformar la Ley General de Salud.
“La Ley General de Salud será reformada para que los establecimientos que ofrecen servicios de hemodiálisis, estén obligados a contar con ‘Autorización Sanitaria’ para su funcionamiento y control, lo que obligará que se cumplan los estándares de calidad en la atención de los pacientes”, expresó.
Oyervides Valdés dijo que hay una gran cantidad de establecimientos en los que se prestan servicios de hemodiálisis, que no requieren de autorización sanitaria para operar, lo cual representa un verdadero riesgo y un constante atentado en contra de la salud y vida de los usuarios.
“De esta manera, proteger y garantizar mejores servicios a los enfermos renales crónicos, será obligatorio, actualmente hay más de 102 mil en el país, y esta cifra crece 11 por ciento anualmente.
“Además, la mayoría de los expedientes clínicos no cuentan con información mínima solicitada o presentan fallas de calidad en el manejo terapéutico del paciente, ya que registraron menos de una sesión por semana y fue casi nulo el cumplimiento de la norma que establece tres sesiones por semana”, dijo.