Es preocupante el impacto de políticas migratorias en México y Estados Unidos: Casa del Migrante Saltillo

La Casa del Migrante en Saltillo, representada por su director, Alberto Xicoténcatl, ha expresado su inquietud respecto a las posibles repercusiones que el resultado de las elecciones en Estados Unidos y la falta de fortalecimiento de políticas migratorias en México podrían tener en la población migrante que transita por el país.

La situación actual de las políticas de inmigración en la región es, según Xicoténcatl, crítica, y los migrantes enfrentan retos constantes en su trayecto hacia la frontera norte.

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Xicoténcatl señala que las declaraciones y acciones de algunos líderes estadounidenses, con discursos antimigrantes y posturas racistas hacia América Latina, preocupan profundamente a quienes apoyan a la comunidad migrante.

Dichas posturas no solo intensifican el odio y la discriminación en Estados Unidos, sino que también impactan a los miles de migrantes que se encuentran en tránsito, sobre todo a aquellos que, tras un viaje arduo, alcanzan la frontera norte.

“Nos preocupa mucho la situación de los migrantes, tanto mexicanos como extranjeros, que han quedado varados en ciudades fronterizas como Ciudad Acuña y Piedras Negras. Nos preguntamos cómo afectarán las políticas futuras a estas comunidades”, comenta Xicoténcatl.

Uno de los temas que más inquieta es el futuro del programa CBP One, lanzado en enero de 2023 por el gobierno de Joe Biden como una herramienta para ordenar el ingreso de migrantes a través de citas programadas en puntos fronterizos específicos. Sin embargo, al ser una política pública, existe el temor de que este programa termine con el cambio de administración.

En palabras de Xicoténcatl, “Si CBP One finaliza, esto complejizaría aún más el panorama en la frontera, dejando a miles de migrantes en una situación de incertidumbre y a menudo varados por meses en ciudades fronterizas, enfrentándose a condiciones difíciles”.

Coahuila ha sido históricamente un estado de tránsito para miles de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. Sin embargo, el aumento de retenes y operativos de detención tanto a nivel estatal como federal ha dificultado la movilización en esta entidad.

Esto ha reducido la cantidad de migrantes que se aventuran a cruzar Coahuila en grandes caravanas, optando, en cambio, por moverse en grupos más pequeños y de manera discreta. Actualmente, los grupos suelen ser de 15 a 20 personas, en contraste con los grupos de 40 o 60 que se observaban anteriormente.

Este cambio se ha notado principalmente a partir de Monclova y en su trayecto hacia la frontera norte, donde los retenes son más frecuentes.

Además de las medidas de control en Coahuila, otros factores también han influido en el cambio en los patrones migratorios. Por ejemplo, Xicoténcatl menciona que el número de migrantes salvadoreños ha disminuido en gran medida debido a una mejoría en la seguridad en su país de origen. Sin embargo, la presencia de migrantes de otras naciones, como Honduras, Venezuela y Nicaragua, sigue siendo alta.

También se observa un incremento en la llegada de migrantes transcontinentales provenientes de lugares tan lejanos como África, lo que evidencia la magnitud de los problemas migratorios a nivel global.

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Un aspecto particular de la migración reciente es el incremento en la cantidad de familias que huyen de sus países de origen, desplazadas no solo por razones económicas, sino también por violencia y conflictos políticos. La Casa del Migrante en Saltillo ha observado que alrededor del 30% de las personas atendidas son familias completas, lo que incluye un notable porcentaje de menores de 10 años.

“Estamos hablando de una migración distinta. No solo vienen adultos en busca de oportunidades, sino familias que escapan de situaciones de violencia extrema y desplazamiento forzado. Estas personas buscan un lugar seguro donde puedan rehacer sus vidas”, explica Xicoténcatl.

Por otro lado, la falta de fortalecimiento de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) es otro factor que agrava la situación. Desde el inicio de la administración de Claudia Sheinbaum en México, Xicoténcatl ha expresado su preocupación por la falta de titular en la comisión y por el bajo presupuesto destinado a procesar las solicitudes de refugio.

En 2024, México recibió alrededor de 150 mil solicitudes de refugio a nivel nacional, de las cuales muchas fueron tramitadas en Saltillo con el apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Sin embargo, se teme que, para 2025, el sistema no tenga la capacidad para atender a todos los solicitantes, dejando a muchos migrantes en una situación de incertidumbre.

“Como sociedad civil, hacemos lo que podemos en términos humanitarios y jurídicos, pero la responsabilidad debería recaer en el Estado”, enfatiza Xicoténcatl, haciendo un llamado a la presidenta Sheinbaum para que asigne un titular a la COMAR y aumente los recursos para fortalecer esta área en 2025.

Además, menciona que desde la campaña presidencial, la Casa del Migrante y otras organizaciones han solicitado un mayor compromiso en temas de movilidad humana y derechos humanos, aunque hasta la fecha no han observado un plan claro para abordar la situación.

La Casa del Migrante en Saltillo se encuentra en una constante labor para apoyar a los migrantes que atraviesan la región. A pesar de las dificultades, la organización ha atendido a casi 7 mil personas en 2024, lo que refleja la necesidad de una mayor infraestructura y apoyo gubernamental.

Xicoténcatl recalca que la situación actual en la frontera no solo depende de las políticas de México, sino también de las decisiones que tomen Estados Unidos y otros países latinoamericanos.

Finalmente, Xicoténcatl advierte que la migración no cesará mientras las condiciones de vida en los países de origen continúen siendo precarias.

“La gente sigue intentando llegar a Estados Unidos, independientemente de quién esté en el poder. Las condiciones en sus países son tan difíciles que poco les importa quién esté en el gobierno. El reto para México será manejar el flujo migratorio de una manera que respete los derechos humanos y evite situaciones de crisis en las ciudades fronterizas”, concluye.