Recurrente, el problema de graffiti en el centro de Saltillo
COMPARTIR
TEMAS
Diez años de cárcel cuando el daño sea causado a monumentos históricos
Pese a que en la zona centro de Saltillo se ha fijado especial atención con la implementación de cuadrillas de limpieza y con la presencia de efectivos municipales para vigilar el primer cuadro de la ciudad, esto no parece ser del todo suficiente, ya que los comercios de los alrededores son vandalizados sin que se castigue a alguien.
Pese a que este tema ha sido señalado con anterioridad, la problemática persiste, ejemplo de ello son los graffitis que lucen en las paredes de algunos comercios sobre la calle Benito Juárez. Algunos han tratado de ser tapadas por los propios comerciantes, sin embargo, la acción se repite y los vándalos llegan de nuevo a marcar con spray letras al azar o palabras ilegibles.
Por su parte, encargados de negocios señalaron el problema que realmente representan estas pintas, ya que dañan la propiedad privada y afecta la imagen que brindan tanto a la población saltillense como al turismo que visita la ciudad. “Así amanece, graffiteado, y luego uno es el que tiene que tapar la pinta”, se quejan.
Dicha situación se extiende por toda la ciudad, no sólo en la zona centro como en las calles Aldama, Allende y Victoria, en donde se pueden apreciar hasta cinco graffitis seguidos, sino también en General Cepeda, Nicolás Bravo y Ramos Arizpe.
Pandilleros no respetan…
Pero estos actos vandálicos se han hecho presentes incluso en edificios y monumentos históricos ubicados en la zona centro, el caso más reciente es el ocurrido en el Recinto Cultural de Juárez, el cual presenta una pinta en uno de sus muros. Al respecto, personal del lugar informó que no es la primera vez que son víctima de dichos actos, ya que hace cinco años atrás ocurrió lo mismo. En cuanto a cómo procederán, informaron que el personal emitirá un oficio para verificar si es un asunto que le compete al Estado o al Municipio.
Aunque pintarrajear monumentos históricos es considerado un delito cuyo castigo es purgar de uno hasta 10 años de cárcel, este acto se ha repetido en Saltillo con anterioridad con la pinta que sufrió el edificio de cantera de la sucursal Bancomer, ubicado entre Allende y Victoria, situación que causó indignación entre los ciudadanos al exponer su “autor”, como un acto “heroico” y de orgullo, su acción en su perfil de Facebook.
Delito sin castigo
Pese a que son múltiples los inmuebles dañados, pocos son los detenidos.
En 2004 el Congreso del Estado aprobó que se tipifique el graffiti como delito.
Se castiga con tres años de cárcel, en el caso de pintarrajear comercios.
Seis años de prisión cuando se trate de bienes públicos que formen parte del acervo cultural.
Diez años de cárcel cuando el daño sea causado a monumentos históricos.