Agassi confiesa que jugó con peluca final de Roland Garros de 1990

Deportes
/ 3 marzo 2016

    El ex tenista estadounidense Andre Agassi jugó la final de Roland Garros en 1990 con una peluca, según la explosiva autobiografía, que se publcia el 9 de noviembre y de la que se siguen adelantando jugosos extractos.

    Agassi, que se retiró en 2006 tras un exitosa y longeva carrera, cuenta en "Open", que será publicada en forma de serie por el diario británico "The Times", que hace dos décadas pasaba más tiempo preocupado por su cada vez menos poblada cabellera que por el juego.

    Previamente esta semana se conoció que en 1997 tomó la droga "Crystal Meth" y que al dar positivo en un control antidoping, mintió en una carta pidiendo perdón a la ATP, que no lo sancionó ni reveló el caso.

    Ahora se supo que el tenista que por entonces tenía 20 años jugó y perdió la final de Roland Garros ante el ecuatoriano Andrés Gómez con una extravagante peluca.

    "Cada mañana me levantaba y encontraba otro pedazo de mi identidad en la almohada, en el lavabo, en el desague", escribe Agassi sobre su cabellera, que comenzaba a desaparecer de forma natural.

    "Me pregunté "quieres ponerte un peluquín? "En la cancha de tenis? Y me respondí: "qué otra cosa puedo hacer?"

    Pero tras lavar la peluca la noche anterior a la final, comenzó a estropearse, a consecuencia de lo cual el joven jugador estaba más preocupado por ese desastre que por lo que pudiera suceder en la cancha.

    Con la ayuda de su hermano Phil realizaron las reparaciones necesarias para que Agassi pudiera verse en la cancha como el joven rebelde que buscaba reflejar.

    "Durante el calentamiento previo al juego recé. No por la victoria, sino por que no se me cayera mi cabello postizo", confesó.

    "Con cada salto me imaginaba que caía a la arcilla. Imaginaba millones de espectadores que se acercaban más a sus televisores, sus ojos abriéndose más y, en decenas de dialectos y de lenguajes, preguntándose cómo se le había caído el pelo de la cabeza a Andre Agassi", cuenta.

    Finalmente, Agassi dio cuenta definitivamente de la situación pocos años después al raparse la cabeza, superando así la bochornosa cuestión de su desaparecida melena.

    "Un extraño estaba frente a mí en el espejo y sonreía", evocó el ocho veces ganador de un Grand Slam.

    El libro de Agassi desató un escándalo al confesar que consumió en 1997 el estimulante "Crystal Meth" (metanfetamina).

    Sólo una carta llena de mentiras enviada a los rectores del circuito ATP impidió una sanción, según asegura en el libro que sale a la venta en Estados Unidos el 9 de noviembre.

    "No puedo hablar de adicción, pero muchos dirían que si se usa algo como una escapatoria se tiene un problema", dijo Agassi.

    "Dije que fue un descuido, que bebí de la copa de soda de mi amigo Slim y que de forma involuntaria su droga pasó a mí", explica Agassi en la autobiografía. La carta, según Agassi, "estaba llena de mentiras con algunos puntos de verdad".

    Pidió comprensión y clemencia y la ATP eludió sancionar al tenista. El médico de la ATP le dijo que se podía enfrentar a una sanción de tres meses al tratarse de una droga recreativa.

    Agassi, de 39 años, también habla de su corto y turbulento matrimonio con la actriz Brooke Shields y de su relación con la ex jugadora alemana Steffi Graf, de la que se enamoró en el torneo de Roland Garros en 1998.

    Ambos están casados desde 2001 y tienen dos hijos, Jaden Gil, de siete años, y Jaz Elle, de seis. La familia vive en la ciudad natal de Agassi, Las Vegas, donde en su gala solidaria anual recauda para su fundación millones de dólares para ayudar a los niños.

    En 1998 Agassi regresó de nuevo a los diez primeros del ranking y en 1999 ganó Roland Garros y el US Open y acabó el año como número uno del mundo.

    El "punky del tenis", como se le llamó al inicio de su carrera por su pelo largo y sus atrevidas vestimentas, pasó a ser uno de los jugadores más discretos y espirituales del circuito. Es uno de los seis jugadores que ha ganado los cuatro torneos "grandes": Melbourne, París, Londres y Nueva York.

    Su carrera terminó hace tres años tras 1.144 partidos con una derrota en la tercera ronda del US Open de 2006 ante el alemán Benjamin Becker. El tenista calvo explotó en lágrimas en el discurso posterior aquel 3 de septiembre.

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