Los Enemigos íntimos se enfrentan hoy
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Durant y Westbrook soñaron con ganar un título en Oklahoma City, pero luego de la partida de Kevin a Warriors, la relación se desmoronó aunque el sueño se mantiene
OKLAHOMA CITY.- Los hechos son objetivos y no hay lugar para la discusión, son las interpretaciones de los mismos las que dividieron a Kevin Durant y Russell Westbrook.
Que conste, los otrora compañeros nunca fueron tan amigos más allá de las duelas. No es que compartieran momentos de fraternidad como aquellas barbacoas de Tim Duncan, Manu Ginóbili, Tony Parker y compañía. Eso no iba con ellos, y como dijo en su día Kendrick Perkins, Westbrook y Durant nunca se valoraron.
La opinión del pívot llegó cuando Oklahoma era el nicho de una relación percibida como longeva, pero que no iba más allá de los partidos y las prácticas. El afecto mutuo estaba encerrado en la mera actividad deportiva, en la competencia.
Esa falta de confraternidad de puertas para afuera no significa que no existiera un cariño especial entre ambos. Aunque no se viera a menudo, tanto Westbrook como Durant se apoyaban mutuamente, se complementaban y compartían el sueño del campeonato que se les escapó en las Finales de 2012. Se querían a su manera, queriendo ser mejor que el otro, superándose a sí mismos constantemente. Se apreciaban con la frialdad de dos genios que trabajaron durante toda su vida para ser los mejores.
Los hechos son objetivos: Durant se marchó a Golden State durante la agencia libre con el objetivo de lograr un anillo. El comunicárselo a la gerencia fue la conversación telefónica más difícil que tuvo en su carrera deportiva. Mientras encontraba la manera de comunicárselo a su media naranja en la duela, éste se enteró a través de las noticias y las redes sociales.
Las interpretaciones de los hechos son lo que cortaron la naranja en dos. Por un lado, Westbrook se siente furioso y dolido por no haber tenido una reunión cara a cara con Durant para que éste le comunicara su decisión. Ni siquiera una llamada le dio cierta prioridad a la hora de enterarse y siente que nunca debería haberse dado cuenta al mismo tiempo que el resto del mundo.
Perder a su compañero en plena agencia libre ya era un jarro de agua fría en sí, el que se marchara de esa manera tan impersonal agravó el malestar y el dejarle solo ante el peligro cuando todo el mundo miró hacia el armador para pedir explicaciones, cuando le señalaron como el culpable de la escisión por tener un carácter más fuerte que su excompañero, cuando le colgaron el cartel de egocéntrico de una manera más visible... Eso le acabó convirtiendo en víctima y responsable al mismo tiempo. Aquello avivó una furia que todavía dura siete meses después.
Hoy, la sana competitividad del pasado será ahora la de dos enemigos íntimos. Cada uno tratará de demostrar a su manera que los problemas personales se resolverán sobre la duela.
Cuando vuele el balón, ambos compartirán un objetivo común, ganar. El contexto de este guión hace que el juego se haya convertido en el más atractivo de lo que va de temporada.
Warriors vs Thunder
19:30 horas / ESPN