Claudia Cano, la coahuilense que sí pudo y conquistó los Six Majors en Tokio
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La maratonista se siente fuerte consigo misma y contenta de haber culminado su sueño; con su historia busca motivar a aquellas personas que creen que es tarde para comenzar
CIUDAD ACUÑA.- En el mundo, actualmente hay más de 7 mil 900 millones de personas; solamente 11 mil han logrado obtener una medalla de los 6 más grandes maratones del mundo. Es decir, solamente el 1.39% de la población mundial ha sido capaz de recorrer los 42 kilómetros del evento deportivo de Boston, del de Chicago; de Nueva York; de Berlín; London y Tokio.
Demostrando que los sueños se cumplen y las metas se alcanzan sin importar el tiempo, los obstáculos y aunque la vida misma te ponga a prueba, la coahuilense Claudia Cano Torralva, lo logró; de Ciudad Acuña, para México y el mundo, la atleta de 54 años de edad, se unió a la reducida lista de los corredores que pueden presumir haber cumplido esta hazaña.
Al finalizar el maratón de Tokio donde participaron 37 mil 500 corredores (el pasado 5 de marzo), con un tiempo de 4 horas y 25 minutos, Cano Torralva obtuvo su medalla Six Majors, que había comenzado a buscar desde el 2016.
Este impresionante título no podría alcanzarse sin la perseverancia y la pasión que la coahuilense mantuvo durante más de siete años.
Al regresar de Japón, la acuñense platicó para Vanguardia la travesía, los obstáculos y retos que tuvo que enfrentar (además de los maratones por sí mismos) para poder alcanzar el sueño que, en México, solamente 98 mujeres han cumplido.
EL INICIO DEL CAMINO
Claudia se dedica al deporte desde hace 27 años, cuando se convirtió en instructora de su propio gimnasio; pero, no fue hasta hace alrededor de 12, cuando, pese a cuestionamientos de sus amigos y conocidos, decidió comenzar a correr.
De poco a poco, y de más en más, la deportista comenzó participando en maratones del país, tales como el de Ciudad de México, el de Monterrey, de Torreón y Mazatlán. De este modo, presume de haber recorrido 12 maratones en general, durante su carrera como ‘runner’.
Sin embargo, la inquietud de convertirse en una estrella de los seis majors, llegó cuando en 2016 corrió el maratón de Nueva York en compañía de dos acuñenses más.
Al convertir esto en su objetivo, se dio cuenta de que tenía que buscar la manera de lograrlo, ya que “no es solamente correrlos, es encontrar un lugar en las inscripciones”, punto en el que se encuentra con el primer reto.
Cabe mencionar que, para obtener el lugar que se reparte a base de una lotería, es necesario buscar alguna agencia o un ‘charity’ (una donación).
COMO VIENTO EN POPA, HASTA QUE... COVID-19
Con el Maratón de Nueva York tachado de su lista, fue por el siguiente: Chicago 2017.
Después, la racha de maratones se dio de manera anual: 2018 Berlín, listo; Londres 2019, listo...; Boston y Tokio, cancelados por contingencia mundial por Coronavirus. Tacha.
Estos dos eventos, estaban programados para el 2020, de modo que sería ese año cuando Cano Torralva volviera a casa como una estrella six major, alcanzando un récord más: los 6 grandes maratones en seis años.
Lamentablemente, una semana antes de que se celebraran, las restricciones de salud le impidieron la participación a ella y al resto de los miles que esperaban los eventos.
De este modo, Boston lo corrió dos años después -en el 2022- una vez que se reabrieron las inscripciones. Y, finalmente, 2023 Tokio.
Las dificultades no cesaron
Aunque hoy, la atleta internacional alcanzó su sueño, llegar a él no fue nada fácil. Especialmente antes del último paso.
Si bien, un corredor debe mantenerse en preparación constante para sus próximos proyectos, Claudia debía hacerlo aunque se diera la suspensión de los eventos por COVID-19, pues se mantenía la fe de retomar el camino cuando todo volviera a la normalidad.
Estar saludable, evitar lesiones y mantener su condición, era algo que no podía dejar pasar por nada.
Afortunadamente, la contingencia se sobrellevó, se abrieron las inscripciones para Boston y pudo tacharlo de la lista. Pero, el verdadero obstáculo llegó con Tokio 2023.
No se sabe si es cierto que cuando más cerca estás de lograr tu sueño, más dificultades te presenta la vida para ponerte a prueba y preguntarte a través del universo “¿qué tanto lo deseas en serio?”, pero, para Claudia Cano, esto ocurrió.
LA TRAVESÍA RUMBO A TOKIO
Papeleo, documentación, requisitos y miles de trabas, fueron algunas de las cosas que la atleta debía cubrir para poder ingresar al país. Y, aunque confiesa que fue muy cansado, desgastante y tedioso, finalmente se logró.
Pero, no había manera de que Claudia previera lo que estaba por venir tan sólo un día antes del gran evento, en el que pondría punto final a la historia de siete años en búsqueda de su gran sueño:
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Un fortísimo dolor en parte de su abdomen y el costado de su cuerpo, “un dolor de tirarme al piso”, detalló.
La coahuilense padece de piedras en el riñón y, aunque conoce el dolor, tenía años que no le daba... hasta ese momento.
A menos de 24 horas de empezar el anhelado maratón, ella y sus acompañantes tuvieron que contactar a un doctor japonés, al que, de entrada, “no le entendíamos nada”.
Con la ayuda de un traductor, se pudo diagnosticar el problema, pero, al ser un país extranjero donde no se podía hacer nada más que brindar medicamento, se le dieron indicaciones generales que ella ya conocía.
Inevitablemente, la pregunta llegó a su mente: “No voy a poder correr mañana, ¿cómo voy a correr?”
En ese instante, Claudia comenzó a cuestionarse si iba a poder lograrlo. El dolor físico no era lo único que estaba sintiendo; emocionalmente, los pensamientos de que probablemente todo había terminado y de que no podría correr a la mañana siguiente, la habían invadido.
Siendo fuerte creyente de Dios y de sus planes, Claudia no se rindió:
“Al día siguiente me levanté en manos de Dios, me arreglé, me cambié”
Y llegó la hora:
“Cada kilómetro que iba corriendo, yo decía ‘estoy avanzando, mientras no me de aquí el dolor, yo ya voy avanzando’ y así fue como llegué. Hasta la fecha sigo bien”
Pese a haber vivido esta situación, que califica como “la más difícil que he pasado antes de un maratón” lo logró.
En México, solamente 372 personas lo han hecho; 274 de ellas son mujeres.
Un fortísimo dolor en parte de su abdomen y el costado de su cuerpo, “un dolor de tirarme al piso”, detalló.
¿Qué fue lo primero que sintió al terminar el sexto?
Llegar al final, no sólo del maratón, sino de una carrera que duró 8 años (en este caso y debido a la interrupción sanitaria), le hizo sentir como si se hubiera quitado “un gran peso de encima”.
“Pues la verdad, sentí, a parte de una gran alegría, pues la culminación de algo grande... Me sentí muy muy contenta, como si me hubiera quitado un gran peso y una gran felicidad estaba ahí conmigo”
Para Tokio tuvo muchas trabas, por lo que, llegar a la meta fue algo muy esperado.
Claudia aclara que, pese a ello, una vez que empezó a correr en Tokio, fue el que sintió más cómodo, con menos pesar y sin cansancio.
Dios, el bienestar físico y mental, sus principales motores
Tal vez algunos de nosotros nos hemos preguntado “¿en qué piensan los ‘runners’ mientras corren?”, más de cuarenta kilómetros con uno mismo, deben ser importantes momentos.
La también instructora de gimnasio, compartió que siempre va “dando gracias a Dios”, por tener la oportunidad de llegar hasta el lugar en el que se encuentra “siendo consciente de que hay miles de corredores que quisieran estar en ese lugar”.
“Voy viendo a la gente, sintiendo la energía, pero siempre con Dios en mi mente”
La sensación de bienestar que le provoca, que “yo creo que nada más los corredores lo sabemos” son las principales razones por las que ama correr.
“Entre más kilómetros corras, es una sensación muy agradable; físicamente es cansancio, pero la sensación mental es te sientes bien, te sientes contenta, te llenas de energía. Es una adrenalina”.
Claudia Cano Torralva, se siente fuerte consigo misma, y contenta de haber culminado su sueño. Con su historia, busca motivar a aquellas personas que creen que es tarde para empezar:
“Motivar a otra gente es muy bueno, a que inicien. No tienen que iniciar con el maratón, pero sí se puede. Yo en realidad empecé a correr más grande, alrededor de los 40 años y, yo creo que no. Nunca es tarde. Siempre es un buen momento para cuando se decida”.