En Rusia protagonistas a escena

El plato futbolístico previo a lo que será la Copa del Mundo Rusia 2018 encuentra a México es un estado puro y con ganas de ser protagonista en la alta exigencia competitiva.

El Tri debuta hoy en la Copa Confederaciones 2017 y las expectativas están por las nubes. Al menos, por el buen momento que vive y el crecimiento que ha tenido el seleccionado de la mano del técnico Juan Carlos Osorio, enfrentar a Portugal no será un mero compromiso de calendario.

En todo caso, será una gran oportunidad para México de demostrar dónde está parado y qué tanto ha progresado en la órbita internacional fuera de la órbita de la CONCACAF.

Y la prueba inicial no es cualquier cosa. El Portugal de Cristiano Ronaldo, el último campeón de Europa y que por primera vez asiste a una Confederaciones, eleva el listón de requisitos para el Tri.

México hoy está más amoldado a los parámetros futbolísticos europeos con una generación de futbolistas experimentados y que no le temen a las grandes causas.

Y por lo mismo, la evolución que ha tenido el equipo de Osorio supone que el partido de hoy a desarrollarse en el renovado Kazán Arena a partir de las 10:00 horas habrá muchas equivalencias, sobre todo de formato y nivel individual.

México no es ningún improvisado en esta competición. Será la séptima participación en nueve ediciones –incluyendo cuando se denominaba Copa Rey Fahd- siendo el equipo que más partidos ha jugado (22) después de Brasil (33).

En su historial también se acredita un título, cuando en 1999 conducidos por Manolo Lapuente fue campeón del torneo disputado en nuestro país.

Ahora será responsabilidad de Osorio llevar a México a lo más alto. Prácticamente clasificado para el Mundial del año que viene con una impecable eliminatoria -14 puntos e invicto-, el Tri llega a la Confederaciones con el propósito de meterse entre los cuatro primeros para competir por el título.

El local Rusia y Nueva Zelanda completan el cuadro del Grupo A. Del otro lado estarán Alemania y Chile como protagonistas del Grupo B. El torneo no está a modo para el Tri, pero tampoco es un reto imposible.

También esta edición se puede entender como una revancha para el Tri después del último papelón en la Copa América 2016.

Esa espina que quedó clavada tras el 0-7 ante Chile no se borrará, pero tendrá un reconfortante consuelo si en este “Mundialito” de Rusia el reconocimiento de su juego y los buenos resultados le acompañan.