Receta para hacer un Clásico en el futbol mexicano
Para que un duelo pueda entrar en esta categoría no basta con que atraviesen por un buen momento; a veces, ni las vitrinas llenas de títulos son suficientes
¿Por qué los Diablos Rojos del Toluca, con 10 títulos en su historia y el tercer equipo más ganador de la Liga MX, no tiene un rival en el resto de clubes del futbol mexicano, ni siquiera los cuatro grandes, cuyos duelos puedan considerarse un Clásico?
Atlas, por otro lado, ganó su primer y único título de Liga en 1951, pero cada torneo, su duelo ante Chivas es uno de los más esperados en Guadalajara y por miles de aficionados en todo el país.
No es sencillo catalogar como Clásico cualquier duelo en el futbol nacional, y aunque hay juegos muy llamativos, son muy pocos los que realmente consiguen la atención del país.
¿Qué se necesita para que un partido sea un Clásico?
RIVALIDAD
El primer ingrediente es la rivalidad, sin ella, es imposible que exista un Clásico de por medio. Ese odio deportivo inculcado desde las fuerzas básicas, incluso, desde las categorías infantiles de los clubes, que por orgullo, sea cual sea la situación de cada equipo, está prohibido perder. Las rivalidades suelen darse por militar en el mismo estado o ciudad; sin embargo, la más grande de todo el país, es entre el América de la Ciudad de México y las Chivas de Guadalajara, el que a su vez, es conocido como Clásico Nacional o Clásico de Clásicos.
LA HISTORIA
Todos los clubes de la Liga MX tienen una rica historia que contar, sin importar sus años de existencia, todos atesoran grandes recuerdos; sin embargo, hay algunos cuya trayectoria viene acompañada de grandes éxitos, títulos y décadas de hegemonía que, indiscutiblemente los vuelven más atractivos.
AFICIÓN
No hay un solo equipo en el mundo que no tenga al menos un seguidor, pero los mejores, cuentan a sus aficionados por millones, rebasan fronteras. En México, América y Chivas son referentes en este renglón, seguidos por Cruz Azul y Pumas y, en los últimos años, Tigres ha unido nuevos fanáticos a sus filas, sobre todo en las nuevas generaciones que se dejan enamorar por su gran futbol. No puede haber un Clásico sin millones de aficionados apoyando a uno u otro equipo.