Tigres, un equipo impar

Fútbol
/ 11 diciembre 2017

Tigres cerró mucho mejor el semestre de lo que pensó. 

Nada que pueda extrañar si se repasa su currículum. Tiene muchas historias escritas que retratan su nivel de superación, incluso, sin generar sospechas.

Tigres nunca anuncia lo que quiere, pero regularmente lo consigue. Con el tiempo ha logrado una estabilidad emocional que le fortalece el convencimiento. No necesita jugar mejor en todo un torneo para ser finalista o campeón: con su mentalidad ganadora le es suficiente.

Por eso no sorprende lo que obtuvo el domingo, pese a los asteriscos futbolísticos que ha tenido en el torneo. Típico de un equipo con mística y de temperamento inoxidable, capaz de fumar bajo el agua cuando todos creen que ya está ahogado.

Si algo ha demostrado Tigres a lo largo de esta década es que es un equipo perseverante con una coraza de hierro como pocos. Pero nadie le ha regalado nada.

Tigres ha sabido fabricar su propio perfil gracias a la continuidad, a las contrataciones acertadas, a un modelo de club progresista y, obvio, a un encadenamiento de instancias Finales que le tonificaron el gen competitivo.

Porque este Tigres de Ferretti tiene eso, mucha adrenalina competitiva para reinventarse sobre la marcha y construir sobre sus últimas huellas.

Le fue mal contra Chivas, pero le fue mejor con lo que le siguió. El ejemplo vivo de su convicción y espíritu de evolución. Nunca se cae, si acaso tropieza para levantarse sin quejarse. Le pasa en los torneos con sus pronunciados baches. Le pasó en éste cuando fue abucheado por su propia gente.

Pero Tigres es único. Es un aprovechador serial de las circunstancias. Ve oportunidades y las capitaliza. Lo hizo ante Rayados en una ráfaga, en su “hora feliz”. Lo hace con todos.

Tigres se prende de una racha con las uñas y no hay quien lo pare. Maneja los resultados, los tiempos y la cabeza del rival. Sufre demás, gana al límite y defiende con 11 si tiene que aguantar. Nada lo ruboriza. Entiende que todo suma.

Se sabe superior porque confía que en algún momento su jerarquía individual marcará la diferencia. Juega a lo mismo y con lo mismo, y cuando tiene que ganar, gana igual. Todos lo conocen y a casi todos se las hace.

El título que acaba de conseguir en la casa de Rayados no hay dudas que es el más importante de su vida deportiva. Lo es por la histórica definición envuelta en un Clásico. Los es por el lugar donde lo consiguió, pero también futbolísticamente hablando, lo es por frente a quién lo hizo. Tigres, un equipo impar.

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