El ocaso de Federer en el tenis
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El suizo perdió en sets seguidos, algo que no pasaba desde hace 19 años, evidenciando que su grandeza va en decadencia
WIMBLEDON.- Roger Federer ha recibido tantas ovaciones en la Cancha Central de Wimbledon. Pero ninguna como esta. No fue un festejo al término de un partido.
En cambio, demoró el inicio del que fue el último juego de su derrota en los cuartos de final. Fue como una especia de un “gracias por todo” o —en todo caso— un “adiós”. Y Federer reconoció después que no podía garantizar con certeza que volverá al All England Club.
El ocho veces campeón del torneo capituló 6-3, 7-6 (4), 6-0 ante el cabeza de serie 14 Hubert Hurkacz, una inusitada derrota desigual que puso fin a la 22da comparecencia de Federer en la Catedral.
Cuando se le preguntó si fue su última presentación en Wimbledon, respondió ambivalente: “No sé. La verdad es que no sé. Tengo que reagruparme”.
Y si el retiro es una posibilidad inmediato, esto fue lo que dijo: “No, espero que no... el objetivo es seguir jugando, desde luego”.
Fue lo que los miles de presentes en el estadio intuían cuando Federer se dispuso a sacar con un 5-0 en contra en el tercer set. El astro suizo hizo una pausa para que la multitud que colmó el recinto le aplaudiera, algunos poniéndose de pie.
El partido acabó poco después, apenas el tercer set en blanco cedido por Federer en 429 partidos de Grand Slam; los otros fueron en el Abierto de Francia.
“Los últimos juegos, obviamente, uno podía sentir que no había manera de revertir la situación”, dijo un estoico Federer en su rueda de prensa. “No estoy acostumbrado a ese tipo de situación, especialmente aquí”.
Y Hurkacz, ¿se esperaba un resultado así?
“Probablemente no”, replicó el polaco de 24 años que describió a Federer como su ídolo.
No fue el Federer de siempre. Se operó dos veces la rodilla derecha el año pasado. Llegó a Wimbledon con un rodaje de ocho partidos esta temporada.
Y si toma en cuenta que cumplirá 40 años el 8 de agosto, de repente era pedirle demasiado que alcanzara el último fin de semana del torneo en el que es el hombre más laureado y en una superficie, el césped, en la que rinde mejor.
Nunca pudo encontrar el nivel excelso con su saque y repertorio de tiros que le han llevado a 20 títulos de Grand Slam, empatado con Rafael Nadal por el récord histórico de los hombres.
“La verdad es que estoy muy contento de haber llegado tan lejos y poder haber jugado en Wimbledon con este nivel tras todo lo que he tenido que pasar”, dijo Federer, quien reiteró que aún no ha decidido si irá a los Juegos Olímpicos de Tokio.
El rival de Hurkacz el viernes será Matteo Berrettini (preclasificado 7), quien se convirtió en el primer hombre italiano que avanza a las semifinales de Wimbledon en 61 años tras derrotar 6-3, 5-7, 7-5, 6-3 al canadiense Felix Auger-Aliassime (16).
Será la segunda semi en un grande para Berrettini. Hurkacz, en cambio, nunca había superado la tercera ronda de un Slam hasta este Wimbledon.
La otra semifinal el viernes tendrá al número uno mundial Novak Djokovic frente a Denis Shapovalov (cabeza de serie 10).
Luego de ponerse arriba 5-0 de entrada, Djokovic cedió tres juegos seguidos ante el húngaro Marton Fucsovics. También malogró cinco bolas de sets ante el número 48 del ránking. Pero Djokovic no tardó en enderezar el rumbo y cantó victoria 6-3, 6-4, 6-4 para alcanzar su 10ma semifinal en el All England Club y la 41 en un Slam.
Ello mantiene al serbio de 34 años prendido en su empeño por un sexto campeonato en Wimbledon — y tercero consecutivo — amén de un trofeo 20 en las grandes citas.
También quedó con marca de 19-0 en los majors esta temporada, una en la que intenta ganar los cuatro grandes en uno mismo año. Sería el primer hombre en lograrlo desde Rod Laver en 1969. Djokovic se consagró en el Abierto de Australia en febrero y en Roland Garros en junio.
“No ando persiguiendo a nadie”, dijo Djokovic. “Yo sigo mi propio sendero, mi propio rumbo, mi propia historia”.
Shapovalov superó al ruso Karen Khachanov (25to preclasificado) por 6-4, 3-6, 5-7, 6-1, 6-4.
El zurdo canadiense de 22 años procedió a analizar el desafío de medirse contra Djokovic: “Tengo la convicción de que tengo el juego para ganarle”, dijo.