Pega a 70 mil personas el paro en AHMSA

Mientras que la reactivación de Altos Hornos de México (AMHSA) será lenta, gradual y con menor mano de obra, el CEO de Capital Analyst, Raymundo Díaz Robles, estima que el paro de la empresa afecta hasta a 40 o 45% de la población de Monclova.

Son 14 mil a 19 mil trabajadores y cada familia cuenta con tres o cuatro familiares, entonces el impacto por el paro llega a 70 mil personas en este municipio, que representan hasta ese 45% de la población total, mientras que el restante 55% de la población es el que mantiene activa a la ciudad.

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Mientras tanto, el tiempo que se lleva la reactivación de la empresa puede generar una mayor migración, es decir, una fuerza de expulsión de mano de obra hacia Monterrey, Saltillo e incluso Estados Unidos; mientras la ciudad se enfrenta a la necesidad de diversificar su industria.

“Es importante que la ciudad, es decir, los gobiernos estatal y municipal, vaya buscando alternativas para que haya nuevas industrias, nuevas inversiones totalmente diversificadas y diferentes al acero para amortiguar el riesgo de tensión ante el alargamiento de la reactivación de Altos Hornos”, dijo.

Por lo pronto, Díaz Robles dijo que ya se esperaba la compra de acciones de la compañía, pero también que sería difícil una inversión productiva rápida, mientras que la reducción del personal, que se espera sea del 20%, va a demorarse ante la falta de liquidez y de pago al IMSS e Infonavit.

Estimó que se llevará de uno a dos años la reactivación de la empresa, además de que no hay una ley que obligue a los nuevos dueños a invertir inmediatamente en la producción para la reactivación de la planta.

PILAR ECONÓMICO

Antes de la crisis, Altos Hornos de México se colocaba como la mayor compañía siderúrgica del país y sobre ella recaía poco más del 50% de la economía de la Región Centro.

Las ventas internacionales de AHMSA en el 2022, de acuerdo con Data México, fueron de mil 884 millones de dólares, las cuales crecieron un 59.3% respecto al año anterior.

Los productos con mayores ventas internacionales en ese año fueron alambres y cables eléctricos, construcciones de puentes y sus partes, puertas y ventanas (hierro o acero), así como partes de escaleras mecánicas.