Piden expertos revisar estímulos al nearshoring e incluir a más sectores productivos
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Señalan que el conflicto en Oriente Medio potenciará aún más las ventajas de México para recibir inversiones de sus socios comerciales
El decreto para dar estímulos fiscales para la relocalización de empresas que lanzó hace unos días la Secretaría de Hacienda podría atraer inversiones por más de 18 mil millones de dólares y generaría un círculo virtuoso de ser ampliado a más sectores, aseguraron fiscalistas.
Indicaron que, considerando el actual conflicto en Medio Oriente, México será mucho más atractivo para Estados Unidos y los mercados con los que tiene tratados comerciales para que se relocalicen proyectos aquí.
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Sin embargo, consideraron importante conocer el resultado que tendrán los estímulos y su efecto sobre los ingresos que dejarán de obtenerse como un ejercicio a favor de la transparencia y rendición de cuentas.
Virginia Ríos, integrante de la Comisión Técnica de Investigación Fiscal en el Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM), consideró que si bien es un buen inicio para aprovechar el fenómeno del nearshoring, hay otras empresas que no son altamente exportadoras y que deberían ser contempladas.
Por ejemplo, mencionó a los proveedores que indirectamente estarán participando en la relocalización de empresas.
Al permitirles a más empresas disminuir de la base gravable sus costos por las inversiones relacionadas con el traslado de operaciones, se daría un impulso a la economía regional y nacional, aseguró.
La deducción inmediata de 100% de las inversiones es una demanda añeja que han hecho las empresas y organizaciones empresariales cada año cuando se habla de la posibilidad de plantear una reforma fiscal.
Actualmente se permite la deducción o disminución de 25%; con el decreto aumentaría a 80%, y para capacitación se incluye otro estímulo adicional del 25% por ciento.
CEREZA EN EL PASTEL
El socio líder de la práctica fiscal en la firma Von Wobeser y Sierra, Alejandro Torres, afirmó que se trata de un decreto muy valioso por el beneficio financiero que conlleva.
Ante cualquier inversión que se va depreciando con el tiempo, la deducción se divide en distintos años, explicó.
Por ejemplo, mencionó, la construcción de una fábrica puede tardar hasta 10 años en recuperar esa inversión deduciendo 10% por año.
Con el decreto una aceleración en el tiempo y, en lugar de esperar 10 años, desde el primer año pueden tomar la deducción que puede ir hasta casi 90% de lo que se invirtió, expuso.
Respecto a la deducción por capacitación de personal, comentó que ya existe actualmente, pero ahora tiene una especie de “cereza en el pastel” porque además tendrá un 25% adicional.
Como algo a destacar, señaló que al gozar de dichos estímulos, no se considera como si hubiera un ingreso sobre el que se tenga que pagar impuestos.
En el pasado, refirió, cuando se daban ciertos apoyos, sobre ellos se pagaban impuestos, es decir que el beneficio se lo “comía” el propio gobierno.
Se espera que en los próximos días el Servicio de Administración Tributaria (SAT) dé a conocer algunas reglas secundarias con detalles del decreto para dar más certeza jurídica, agregó.