Plaga pone en peligro las cosechas de plátano en Latinoamérica
Este mes, el hongo fue confirmado en Colombia, uno de los principales exportadores en Latinoamérica, lo que llevó a ese país a declarar un estado de emergencia.
Una enfermedad que afecta las cosechas de banano está llegando a Latinoamérica, la principal región exportadora de la fruta. Ello está suscitando temores sobre el hecho de que el mercado mundial depende de un solo tipo de banano, el Cavendish, conocido por su durabilidad durante el transporte.
Durante años los expertos advirtieron que las grandes corporaciones como Chiquita y Dole deberían encontrar nuevas variedades de banano, debido a que la plaga estaba en ciernes en Asia y otras regiones. Este mes, el hongo fue confirmado en Colombia, uno de los principales exportadores en Latinoamérica, lo que llevó a ese país a declarar un estado de emergencia.
Los expertos en el mercado bananero dicen que esto es prueba de que la comercialización del Cavendish está llegando a su fin, aunque hay tiempo suficiente para encontrar alternativas.
“No creo que esto vaya a afectar la disponibilidad de los bananos Cavendish a corto plazo”, opinó Randy Ploetz, científico retirado de la Universidad de Florida que estudiaba las enfermedades de las plantas.
Si bien en el mundo distintos países producen todo tipo de bananos para su consumo interno, el tipo que se exporta a lugares como Estados Unidos y la Unión Europea en su mayoría son del tipo Cavendish. Podría parecer extraño que el mercado de bananos del mundo depende de una sola especie, pero tener un solo tipo de producto baja los costos y es parte de la razón por la cual los bananos son tan accesibles.
Los bananos además son difíciles de cultivar, y no es fácil encontrar el tipo que se adecúe al comercio internacional. Además de ser sumamente productivas, plantas Cavendish producen bananos que sobreviven largos viajes desde lugares de clima cálido sin deteriorarse.
Aun así, la historia demuestra el peligro de depender de una sola variedad de banano. Hace poco, el tipo preponderante de banano era otro, el Gros Michel. Los expertos sostienen que era incluso más fácil de transportar que el Cavendish e incluso más dulce (aunque otros insisten en que el sabor era igual). De cualquier manera, en la década de 1950 los bananos Gros Michel fueron afectados por una cepa precursora de la plaga que ahora agobia a los Cavendish.
Pero ahora, no hay otra especie que pueda fácilmente reemplazar a los Cavendish.
En países asiáticos afectados por la enfermedad, las respuestas fueron sembrar variedades Cavendish menos susceptibles o sembrar la cosecha en lugares no afectados, dice Ploetz. Pero esas variedades no son tan productivas y eventualmente sucumben ante el hongo, que sobrevive en la tierra durante décadas. Además, eventualmente, se agotará la cantidad de tierras sin afectar.
En Colombia, medidas para detener el contagio del mal incluyen controles sanitarios a la entrada de las plantaciones y el establecimiento de puestos viales donde camiones de carga son desinfectados por obreros en trajes herméticos y botas de goma.
El hongo se traslada a bordo de ínfimas partículas de tierra que se adhieren a neumáticos de camiones, equipos agrícolas y el calzado del agricultor. En Colombia existe el temor de que ladrones de bananos entren en plantaciones y contaminen el suelo. Muchas fincas en Colombia tienen mínimas medidas de seguridad y están separadas de las carreteras por pequeñas vallas o cercas. La situación ha llevado a la policía y al ejército de Colombia a intensificar sus medidas de seguridad en torno a las plantaciones bananeras.
“Estamos trabajando para que la gente entienda que hoy eso puede llegar a tener una afectación mayor”, declaró Francisco Zúñiga, el presidente de la asociación de agricultores de banano de Colombia, conocida como Asbama.
Hasta ahora, el hongofue detectado en seis fincas en Colombia. Todas están ubicadas en La Guajira, una provincia cerca de la frontera con Venezuela. Las autoridades insisten en que el área afectada es realmente pequeña, de 490 acres (200 hectáreas), y no está perjudicando a las exportaciones. Pero existe el temor de que la llegada de la enfermedad causará daño irreparable al mercado bananero colombiano y que el gobierno y las fincas tendrán que gastar enormes sumas de dinero en medidas de seguridad.
En La Guajira, las autoridades desarraigaron plantas en lugares donde la enfermedad fue detectada y hcubrieron el suelo con láminas de plástico a fin de dejarlo a temperaturas en que el hongo no pueda contagiarse. Plantas saludables a un radio de 20 metros (60 pies) de la zona afectada también son arrancadas como medida de prevención.
“Vamos a seguir trabajando para evitar que esta enfermedad pase al resto de Colombia”, declaró a la AP el ministro de agricultura Andrés Valencia en una visita a La Guajira. “Pero eventualmente tendremos que hacer una transición hacia otra variedad de banano que permita resistir a esta enfermedad”.
Gert Kema, un científico que estudia bananos, dice que la industria necesita diversificarse. Nota que hay muchos tipos de tomates y pimentones y que lo mismo debe ocurrir con el banano.
“Hemos simplemente aceptado colectivamente que hay un solo tipo de banano”, declaró Kema.
Pero tener muchas variedades de banano implicará precios más altos, y habrá que ver si el consumidor promedio está dispuesto a pagar más por esa fruta.
Otro problema es que ese tipo de hongo es fatal para una gran variedad de bananos. Ello presenta un problema donde se consume el plátano, un tipo de banano más grande que se consume frito u horneado como ocurre en muchas partes de Latinoamérica.
Sin embargo, a pesar de la llegada de la enfermedad a Colombia, las compañías bananeras insisten en que no hay razón de entrar en pánico. Ya sea con una nueva especie o una nueva especie similar genéticamente alterada, lo más probable es que el nuevo producto se parecerá y tendrá el mismo sabor que el Cavendish.
Por ahora, las autoridades dicen que están tomando medidas de seguridad para contener el hongo donde sea que aparezca.
“Podemos frenar significativamente el contagio y gozar del Cavendish por muchas décadas más”, expresó Caoimhe Buckley, vocera de Fyffes, una compañía bananera de Irlanda.