En un mundo más justo, la migración no tendría que ser un gran ejemplo de las vulnerabilidades que nos envuelven a los humanos.
Por segunda ocasión en la historia, uno de los contextos que pasan ante los ojos de los coahuilenses, llegó a analizarse por el jurado del Premio Gabriel García Márquez, ahora a través de un reportaje de la periodista Miriam Ramírez, quien documentó de cerca la relación que hay entre las políticas migratorias texanas que empezaron previo a la llegada de Donald Trump y la muerte de personas en el Río Bravo.
Después de aquel reportaje publicado por Diego Enrique Osorno en 2013 bajo el título “El Manantial Masacrado” donde se habló del desarrollo de los Zetas al norte del mismo estado, “Río Bravo: el caudal de los mil migrantes muertos” publicado en 2024 por Miriam Ramírez, es la segunda pieza cuya historia tiene epicentro en Coahuila, y llega a ser finalista en el Premio Gabriel García Márquez –el más importante en Iberoamérica–.
Aunque Miriam nació en Mazatlán, Sinaloa, conoce parte de Coahuila; alguna vez vivió en Saltillo, de hecho, para estudiar en el ITS, pero la ingeniería no fue lo suyo.
Prefirió buscar una oportunidad en la Universidad de Guadalajara para incursionar en el periodismo que después de una carrera en Riodoce, Noroeste y ahora en El Universal, el año pasado la llevó hasta el límite del país, en Piedras Negras, Coahuila, para realizar este reportaje que dice, no debería ser el último que aborde el tema.
Miriam dice que la receta para que un trabajo como este sea reconocido y por ende, que su objetivo de lograr una proyección sobre un tema tan importante sea una realidad, es el amor, la empatía, y el no abandono del factor sorpresa que un periodista debe tener siempre.
El sábado 26 de julio de 2025 su trabajo resultó ganador en el certamen. Al respecto, la premiación y la periodista sinaloense nos cuenta a detalle todo lo que rodeó a la publicación.
Te dejamos con esta conversación en A La Vanguardia
P: Miriam, cuéntame ¿cómo empezó esta investigación?
R: Esta investigación inicia con una invitación del equipo de Lighthouse Reports. Ellos son un equipo de periodistas que están en diferentes partes del mundo. La persona que nos invitó es una periodista que vive en Texas, Melissa del Bosque, luego de ver que hay muchas notas sobre ahogamientos en el Río.
Ella invita al equipo de El Universal, y después se incluyó al equipo de Washington Post para que cubrieran en general lo que estaba ocurriendo en Estados Unidos.
R: Inicialmente nosotros queríamos comprobar qué tanta influencia tenían las políticas migratorias en el aumento de los ahogamientos. También queríamos saber si se trataba de un aumento de gente cruzando. Entonces A partir de ahí es que empezamos a recopilar los datos, a recopilar registros de ahogamientos tanto en México como en Estados Unidos, en México, pues en los cuatro estados por donde atraviesa el río Bravo, que es Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
P: ¿Por qué elegiste Coahuila?
R: Este es un proceso largo, no creas que es de inmediato. Es un proceso que nos llevó varios meses. Tuvimos muchas dificultades, sobre todo en México porque nos daban nada más datos estadísticos anuales, no nos daban, por ejemplo, datos de las edades, del sexo, de las nacionalidades.
Entonces, a partir de que hacemos esa búsqueda, hicimos luego un análisis que nos arrojó que eran Piedras Negras y el cruce con Eagle Pass donde se estaban concentrando los ahogamientos y donde hay un repunte muy marcado a partir de 2021 y el 2022. Fue nuestro foco rojo.
Encontramos una situación de mucha persecución, acoso, criminalización hacia las personas migrantes
P: ¿Qué fue lo que encontraste?
R: Lo que encontramos una vez que llegamos a Piedras Negras, fue una situación terrible; de mucha persecución, acoso, criminalización hacia las personas migrantes, tanto de la Policía Estatal de Coahuila, como de la Guardia Nacional, del Ejército, de las autoridades de migración.
Al llegar a Coahuila nos damos cuenta de que hay un bloqueo para evitar que las personas migrantes logren llegar a la frontera a Piedras Negras y es un bloqueo que empieza casi casi desde Monterrey y se va acentuando conforme más te acercas a la frontera.
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P: ¿Qué identificaste en los testimonios de las personas entrevistadas?
R: Que hay una intención de meterte el pie al migrante y de hacerle más cansado y más difícil y más complicado el camino.
A partir de los testimonios, de platicar con especialistas, con activistas, con defensores que están ahí en campo, es que ellos nos explican que todas estas estrategias de desgaste en lugar de de detener el flujo migratorio porque no lo detienen, lo empujan a que las personas migrantes tomen rutas más peligrosas y más mortales.
En el caso específico del río a que se internan por zonas más profundas en donde se eleva el el riesgo de morir.
P: Sobre la política texana ¿qué identificaste?
R: Del lado de Texas, lo que este trabajo también documenta, es la construcción de la oración Lone Star que pues es una infraestructura anti migrantes que se ha instalado en en la frontera con México.
Son estos contenedores que hacen una especie ahí de muro improvisado, alambrado de púas, boyas estas con cuchillas que pusieron en medio del río y tiene toda una intención pues de obstaculizar el acceso a Texas y bueno, esta infraestructura también crea el mismo efecto que México, ¿no?
Hay un bloqueo para evitar que las personas migrantes logren llegar a la frontera a Piedras Negras y es un bloqueo que empieza casi casi desde Monterrey
P: Tuviste la oportunidad de estar en la franja fronteriza y platicar con personas también en los albergues ¿Qué te contaron?
R: Una de las partes más difíciles fue ver a estos albergues llenos de niños y niñas.
En lo personal yo tenía como la idea del migrante hombre adulto en sus 30, 40. Pero esto ya cambió cambió en los últimos años, ha cambiado y ahora familias completas que están migrando por condiciones muy adversas en sus países y eso creo que tenemos que entenderlo, tratar de entenderlo; que vienen de contextos de pobreza extrema, de violencia, de inseguridad, de fenómenos climáticos y que migran en búsqueda de una mejor calidad de vida.
Era muy difícil ver migrantes en las calles. La mayoría estaban refugiados en los albergues; sin embargo, sí observamos algunas personas en su intento por cruzar el río. Lo hacían de forma rápida para evitar ser atrapado por las autoridades, pero de inmediato al llegar a Texas eran regresados por los militares teja que los obligan a volver a meterse al río que es profundo, sin importar las condiciones que en ese momento tenga el río.
Es un momento como de mucho pánico y estrés de personas que llevaban semanas o meses viajando y estás tan cerca de llegar a tu objetivo y pues no lo logran. Es una mezcla de muchos sentimientos y emociones desgarradores.
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P: A nivel personal, ¿qué te dejó esta experiencia?
R: Pues mucha desesperanza. Esto es una crisis que no se detiene y que estamos en tiempos todavía más oscuros, más difíciles donde ahora tenemos un gobierno en Estados Unidos que tiene una política de cero tolerancia.
Si el año pasado, cuando hicimos este trabajo, las cosas eran difíciles, pues ahora son 10 veces más difíciles, las condiciones no han cambiado, sino que al contrario son peores y las personas siguen sufriendo estos mismos contextos en México donde al migrante se le extorsiona, se le secuestra, se le desaparece, se le discrimina.
Pero que también estoy convencida de que el periodismo tiene que seguir visibilizando estas historias y violaciones a los derechos humanos.
Una de las partes más difíciles fue ver a estos albergues llenos de niños y niñas... ahora familias completas están migrando por condiciones muy adversas en sus países.
P: Retrataste un tema que pasa frente a los ojos de la gente que vivimos en la frontera y que a veces normalizamos ¿cómo no caer en eso?
R: Pues mira, yo siempre he tratado de nunca dejar de sorprenderme, nunca dejar de aprender y de escuchar a las personas. Creo que es algo en lo que me he enfocado mucho porque en el momento en el que ya no te sorprendes, pues ya ya perdiste la visión como periodista. Y sobre todo en ser empáticos.
P: ¿Cómo se da la nominación al Premio Gabo?
R: Fueron creo que más de 2000 trabajos los que postularon y nosotros con este trabajo somos el único medio mexicano en la categoría.
Primero fuimos el único medio mexicano nominado y luego somos pues ya finalistas con otros dos trabajos más. Son trabajos de verdad increíbles y pues la verdad que sí es un gran orgullo que que nuestro trabajo haya llegado a ese nivel y principalmente pues que se ponga un foco para el tema para que sigamos hablando de la migración y de lo que ocurre en México con ella.
La verdad le pusimos mucho amor, mucha pasión, nos dolió, entonces yo creo que todo eso se reflejó.
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