Croquetas para los perritos callejeros, el último deseo de un polícia antes de morir

Casi dos semanas antes de morir, Manuel Alejandro, policía municipal de Empalme, Sonora, pidió un deseo: que en día en el que él “dejara este mundo”, su familia y amigos comprasen croquetas y las donaran a algún albergue de perritos, en vez de comprar arreglos y flores para su funeral.

Y es que, el pasado 21 de julio, a través de su cuenta de Facebook, el elemento de seguridad llamó a sus seres queridos a honrar su memoria con este acto.

“El día que me toque dejar este mundo solo les quiero pedir a mi familia y amigos que no gasten en arreglos de flores que no voy a ver. Mejor lo que gasten en flores gástenlo en croquetas para que sean donadas a un albergue de perritos. ASÍ QUE YA SABEN, SE LOS DEJO DE ENCARGO”, publicó.

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Dieciocho días después, es decir, el 8 de agosto pasado, la Fiscalía General del Estado de Sonora dio a conocer que se habían comenzado las investigaciones por el asesinato de Manuel, quien fue privado de la vida con arma de fuego a los 37 años, en la Plaza Pública del Centro de Empalme.

“Personal pericial realiza el procesamiento de la escena. Con elementos de la mesa estatal de Seguridad se mantienen operativos, para dar con el o los responsables”, publicó la fiscalía estatal.

Las autoridades acordonaron la escena del crimen cometido contra el oficial, con el fin de reunir pruebas que puedan dar con los responsables. Su historia se suma a la cifra de elementos de seguridad que han sido víctimas de la violencia.

Con información de medios