Inesperado alto al fuego en Kurdistan, tras casi 30 años
COMPARTIR
TEMAS
Después de casi tres década de conflicto, el dirigente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán anunció que ya no lucha por un Estado independiente, sino por una 'Turquía democrática'.
Ankara.- El alto el fuego anunciado hoy por el encarcelado líder de la guerrilla kurda PKK, Abdullah Öcalan, es un avance histórico después de casi tres década de conflicto, pero está también lleno de incógnitas.
Para los que hayan presenciado la celebración en Diyarbakir, la principal ciudad del Kurdistán turco, del Newroz, el Año Nuevo kurdo, en la década de 1990, una época marcada por una feroz represión militar, lo sucedido hoy es casi inimaginable.
El Newroz era sinónimo entonces de enfrentamientos callejeros con la policía y de numerosos muertos y heridos, mientras que hoy alrededor de un millón de personas se ha congregado de forma festiva para celebrar un mensaje de alto el fuego.
Ni siquiera la enorme presencia policial se ha dejado sentir hoy porque los agentes iban de paisano y han seguido las indicaciones de mantener un perfil bajo en la celebración.
Según Osman Baydemir, el alcalde de Diyarbakir, la mayor ciudad kurda del sureste de Turquía, éste era "el Newroz más importante de la historia republicana", ya que en su opinión el mensaje de Öcalan abre una nueva era.
El líder histórico del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ya no lucha por un Estado kurdo independiente, sino que pide una "Turquía democrática" en la que ambos pueblos -el turco y el kurdo- convivan, pero en la que los kurdos cuenten con un "estatus" especial.
El mensaje de Öcalan es unívoco: "No serán las armas sino la política la que hable", los guerrilleros deben replegarse al norte de Irak mientras prosiguen los contactos en el proceso de paz.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha dado garantías de que las fuerzas de seguridad turcas respetarían la salida de los guerrilleros del país, mientras que el PKK pretende que el proceso sea seguido por el Parlamento turco y ONG internacionales.
El anunció de hoy es la cristalización de unos contactos previos, conocidos en diciembre, entre los servicios secretos turcos y el propio Öcalan, encarcelado desde 1999 en la prisión-isla de alta seguridad de Imrali, cerca de Estambul.
Según algunos analistas, el actual proceso de paz puede tener efectos más allá de las fronteras de Turquía y desembocar en alguna fórmula de Estado confederal que podría cooperar con las minorías kurdas en Irak y Siria.
Öcalan y altos responsables turcos afirman que el fin del proceso no significará "una separación, sino una Turquía más grande".
"El proceso de paz que se inicia en Diyarbakir no es sólo una paz turco-kurda. Se trata de un proyecto general y está dirigido hacia dentro y hacia fuera de Turquía", comentó hoy el diario "Milliyet".
Esta estrategia estaría en la línea de la política exterior "neootomana" de Turquía, que tiene en el islamista moderado Erdogan, al que algunos califican como "sultán", a su líder más poderoso en décadas.
Además, las influencias desestabilizadoras de la guerra en Siria, que ha visto el fortalecimientode los kurdos sirios aliados del PKK, ha sido otro factor que ha llevado a Ankara a apostar por una salida pacífica al conflicto.
En ambos bandos se ha llegado además a la misma conclusión: el conflicto no puede ser solucionado por las armas.
Además, las regiones kurdas son las más atrasadas en un país que ha crecido por encima de 6% en los últimos años.
Erdogan, que ha estimado que el Estado ha perdido unos 300 mil millones de dólares desde 1984 por el conflicto armado, ha prometido que en caso de un alto el fuego, aumentarían los recursos estatales para mejorar las condiciones de vida de la población kurda.
Algunos analistas más escépticos consideran que este proceso de diálogo se ha dado más por las ambiciones políticas de Erdogan que por la búsqueda de una paz a largo plazo.
Recuerdan que la gran aspiración del primer ministro es cambiar el sistema político turco hacia un modelo presidencialista con amplios poderes, algo que sólo conseguiría con una amplia mayoría apuntalada por el voto kurdo.
Mahmut Alinak, un político kurdo que ha sido varias veces diputado del Parlamento turco y ha sufrido la cárcel en numerosas ocasiones, es uno de esos escépticos.
"Erdogan no tiene ninguna intención de resolver la cuestión kurda. Necesita el apoyo de los kurdos para cambiar la Constitución y (crear) su sistema presidencial", declaró Alinak.
"Quiere controlar a la oposición kurda en Siria, quiere ampliar su zona de maniobra en el Oriente Medio, quiere fortalecer su poder con el desarme del PKK y entonces ir a las elecciones", agregó.
En cualquier caso, si el PKK sigue las instrucciones de su líder, y el alto el fuego es el inicio de un abandono de las armas en un conflicto con 45 mil muertos, este Año Nuevo kurdo será recordado como un día histórico tanto para turcos como para kurdos.