Hay “resistencias terribles” a la aplicación del Concilio Vaticano II, lamenta el papa Francisco
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El papa Francisco opinó que existen “resistencias terribles” a la aplicación del Concilio Vaticano II y que el peligro para la Iglesia “es el atraso, la reacción contra lo moderno”, comentó durante una conversación con jesuitas
Ciudad del Vaticano- En este diálogo con los sacerdotes de la compañía de Jesús en su reciente viaje a Hungría y que fue publicada en su revista “Civiltà católica”, el Pontífice aseguró que “sé que el Concilio aún se está implementando. Se tarda un siglo en asimilar un Concilio, dicen. Y sé que las resistencias son terribles. Hay un restauracionismo increíble”.
Además, el papa opinó que “el flujo de la historia y la gracia fluye hacia arriba y hacia abajo como la savia de un árbol que da frutos. Pero sin este flujo sigues siendo una momia. Yendo hacia atrás, la vida nunca se conserva”.
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Así mismo, explicó que el peligro para la Iglesia “es el atraso, la reacción contra lo moderno. Es una enfermedad nostálgica” y agregó que es “por eso he decidido que ahora es obligatorio obtener la concesión de celebrar, según el Misal Romano de 1962, para todos los sacerdotes recién consagrados”.
Así también Francisco precisó que “después de todas las consultas necesarias, lo decidí porque vi que esa medida pastoral, bien hecha por Juan Pablo II y Benedicto XVI, estaba siendo utilizada, ideológicamente, para retroceder. Era necesario detener esto, que no estaba en la visión pastoral de mis predecesores”.
El papa limitó la celebración de la misa en latín con la carta apostólica “Traditionis custodes” que fue aprobada el 16 de julio de 2021, siendo esta una medida que fue muy criticada por un sector conservador y tradicionalista de la Iglesia.
El Concilio Vaticano II se llevó a cabo desde 1962 hasta 1965, en el que se introdujeron varios cambios tanto en la Iglesia como en la liturgia con el propósito de adecuarse a los nuevos tiempos.
Francisco también respondió a la pregunta sobre si se puede perdonar a los abusadores: “No es nada fácil. Hoy hemos entendido que la realidad de los abusos es muy amplia: hay abusos sexuales, psicológicos, económicos, con migrantes... Te refieres a abusos sexuales. ¿Cómo acercarnos, cómo hablar a los maltratadores por los que sentimos asco? Sí, estos también son hijos de Dios, pero ¿cómo se puede amarlos? Tu pregunta es muy fuerte”, respondó.
En este sentido, Francisco aseveró que “el abusador debe ser condenado, en efecto, pero como hermano. Condenarlo debe entenderse como un acto de caridad”, y continuó, “hay una lógica, una forma de amar al enemigo que también se expresa de esta manera. Y no es fácil de entender y vivir. El abusador es un enemigo. Cada uno de nosotros siente esto porque nos identificamos con el sufrimiento de los abusados”, concluyendo que “incluso hablar con el abusador nos da asco, no es fácil. Pero ellos también son hijos de Dios y se necesita atención pastoral. Merecen un castigo, pero también un cuidado pastoral. ¿Cómo hacerlo? No, no es fácil. Tienes razón”.
Con información de la Agencia EFE.