Las drogas tuvieron un papel "grande" en Charlotte: Donald Trump
COMPARTIR
Las drogas fueron "un factor muy, muy grande" en las protestas que estallaron en Carolina del Norte como consecuencia del homicidio de un hombre afroamericano a manos de un policía, dijo el magnate
Adentrándose en el debate racial de Estados Unidos, Donald Trump insistió este jueves que las drogas fueron "un factor muy, muy grande" en las protestas violentas que estallaron durante la noche en Carolina del Norte, y les advirtió a los manifestantes afroestadunidenses que su indignación estaba ocasionando sufrimiento entre sus propias comunidades.
Fue un día más de mensajes algo divergentes sobre un asunto delicado por parte del candidato presidencial republicano de recio hablar, ansioso por acallar las críticas de que su campaña inspira racismo, en medio de lo que llamó "una crisis nacional".
La Guardia Nacional fue convocada para apaciguar las intensas protestas que siguieron a la muerte de un hombre blanco a manos de la policía en North Carolina y otro en Oklahoma.
Trump ha buscado expresar empatía, pero sus palabras podrían irritar a algunos en la comunidad afroestadunidense.
"La gente que va a sufrir más como resultado de estos disturbios son los residentes afroestadunidenses que acatan la ley, quienes viven en estas comunidades donde el crimen está tan incontrolado", dijo Trump en una conferencia sobre energía en Pittsburgh.
"Las drogas son un factor muy, muy grande en lo que están observando en televisión en la noche".
La candidata presidencial demócrata Hillary Clinton no habló el jueves sobre el aumento en las tensiones raciales mientras se prepara para su primer debate sobre un escenario con Trump. Ella criticó a su adversario, aunque de una manera humorística, en una entrevista transmitida el jueves en el programa por internet "Between Two Ferns" del comediante Zach Galifianakis.
Galifianakis le preguntó qué podría vestir Trump en el debate del lunes.
"Asumo que usará esa corbata de poder rojo", dijo Clinton, en una referencia al color del Partido Republicano. Y Galifianakis respondió: "O quizá una corbata de poder blanco".
"Esa es incluso más apropiada", agregó Clinton.
Ambos candidatos están trabajando para desplazarse con cuidado en lo que respecta a la política racial cuando faltan menos de siete semanas para el día de las elecciones y en momentos en que las votaciones adelantadas están a punto de comenzar en algunos estados.
Trump, en particular, ha tenido problemas para equilibrar un mensaje que sea atrayente para su base de votantes blancos de clase trabajadora con uno que mejore su posición ante las minorías y los blancos con mayores estudios que pudieran estar preocupados por las connotaciones raciales en su candidatura.
Se mostró lento en repudiar a David Duke, ex líder del Ku Klux Klan, a principios del año y ha promovido reiteradamente tuits de supremacistas blancos durante su campaña hacia la Casa Blanca.
La semana pasada, el candidato republicano reconoció por primera vez públicamente que el presidente Barack Obama nació en Estados Unidos. Y en esa misma semana el hijo mayor de Trump tuiteó un meme usado comúnmente por los nacionalistas blancos.
El jueves, Trump intentó en ocasiones proyectar un mensaje más suave, al exhortar a que la nación esté unida "en el espíritu del compañerismo".
"Todos tenemos que ponernos realmente en los zapatos del otro, ver las cosas a través de sus ojos, y luego ponernos a trabajar para arreglar nuestra muy herida nación", afirmó.
El mensaje se complicó por su propia insinuación de que los manifestantes indignados por la muerte de hombres negros a manos de la policía estaban drogados. Más temprano durante el día, también pidió que Chicago adopte tácticas policiacas de "detención y registro" que han sido criticadas de ser una etiquetación racial.