Tribunal Británico reabre caso del bebé Charlie Gard
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El juez, Nicholas Francis, dio a los padres hasta el miércoles por la tarde para presentar evidencia y fijó una audiencia para el jueves para el caso que ha llamado la atención a nivel internacional.
Un tribunal británico dio el lunes a los padres del bebé de 11 meses Charlie Gard la oportunidad de presentar nuevas evidencias de que su hijo terminalmente enfermo debería recibir tratamiento experimental.
La decisión se tomó tras una audiencia del caso llena de emociones, durante la cual la madre del bebé lloró de frustración y el padre gritó a un abogado.
El juez, Nicholas Francis, dio a los padres hasta el miércoles por la tarde para presentar evidencia y fijó una audiencia para el jueves para el caso que ha llamado la atención a nivel internacional.
Francis insistió en que la evidencia debe de ser “nueva y poderosa” para revertir las decisiones anteriores que prohíben que Charlie viaje al extranjero para recibir tratamiento y que autorizaban al Hospital Great Ormond de Londres retirarle el soporte vital.
“No hay ni una persona que no quiera salvar a Charlie”, dijo el juez. “Si hay evidencia nueva en el caso, la escucharé”, añadió.
Charlie Gard sufre de síndrome de agotamiento mitocondrial, una enfermedad genética rara que le ha causado daño cerebral y que no le permite respirar por sí solo. Sus padres quieren llevarlo a que le den un tratamiento experimental, el cual podría ofrecerle a su hijo una mejora.
Pero los tribunales británicos y europeos han avalado la decisión del hospital de que el apoyo vital para el bebé de 11 meses debería terminar, argumentando que la terapia no ayudaría y causaría más sufrimiento.
La reapertura del caso en el Tribunal Superior de Londres podría permitir que Charlie reciba tratamiento experimental en el hospital en el que se encuentra internado o en el extranjero.
El Hospital Great Ormond solicitó otra audiencia porque tienen “nueva evidencia en relación con un posible tratamiento para su condición”.
La evidencia vino de investigadores en el hospital infantil del Vaticano y de otra instalación fuera de Gran Bretaña.
Tanto el papa Francisco como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dieron atención internacional al caso, y hospitales en Roma y en Norteamérica han ofrecido terapia experimental para Charlie.
El caso sopesa los derechos de los padres a decidir qué es lo mejor para sus hijos y la potestad de las autoridades responsables de garantizar que las personas que no pueden hablar por sí mismas reciban la atención adecuada.
Bajo la ley británica, es normal que los tribunales intervengan cuando los padres y los médicos no están de acuerdo en el tratamiento para un menor de edad. Los derechos del niño son prioridad, en lugar de los derechos de los padres de tomar la decisión.
La madre de Charlie Gard, Connie Yates, dijo a la televisora Sky News antes de la audiencia que siete especialistas de diversas partes del mundo expresaron su apoyo para continuar con el tratamiento del niño y que podría tener hasta “10% de probabilidades de funcionar”.