‘John’ fue el tiro de gracia para negocios de Puerto Marqués, en Acapulco

México
/ 30 septiembre 2024

La mirada de comerciantes y lugareños se pierde en el horizonte, entre los recuerdos de las noches de huracán, el cansancio y la incertidumbre sobre el futuro

Acapulco, Gro. Los restauranteros de Puerto Marqués apenas se recuperaban del azote del huracán Otis, ocurrido en octubre del año pasado, cuando otro meteoro, John, les ha causado daños y pérdidas incuantificables.

En la parte final de la calle Miguel Alemán, vía principal de la zona, a la altura del Bloque 3, 16 establecimientos se desplomaron por las torrenciales lluvias y las inundaciones, cuyas corrientes formaron dos grandes socavones donde se observan lanchas, tubos de drenaje, arena y asfalto hecho trizas.

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Es como si el restaurante Naty nunca hubiera existido, comentó Silvia Dámaso García, quien explicó que su familia tiene más de 50 años al frente del negocio.

Silvia relató: El jueves ocurrió todo. Se escuchó un tronido, aquí desembocó todo lo que venía del río y de la Laguna Negra. Tuvimos que salir a las 10 de la noche. Teníamos mucho miedo, la verdad. Nunca nos habíamos inundado así; toda esta zona de restaurantes quedó afectada. Hacemos un llamado al gobierno. Es nuestra fuente de ingresos.

Otros restaurantes afectados son Pepes Club, Celia, Lucerito, La Chiquita, María de Jesús, Charly, Linda, Victoria y Xóchitl.

Nunca habíamos visto algo así, pero gracias a los socavones el agua pudo fluir al mar. Ya la teníamos hasta el cuello; no la hubiéramos contado, expuso Martín Ramírez, quien resumió: Volvimos a perder todo.

Habitantes sacaron pertenencias a la calle para limpiar sus propiedades. El nuevo escenario en esta localidad turística es desolador. Junto a los dos grandes socavones y establecimientos arrasados por el agua se acumulan montones de basura, ramas, colchones, electrodomésticos descompuestos y lodo deslavado de cerros cercanos. Pero ni un turista o comensal.

No he comido, lamentó Gumersindo Palma Martínez, ejidatario de Puerto Marqués, quien manifestó: Estamos en una situación crítica. Puerto Marqués está hundido, no tenemos trabajo, no tenemos comida, no sabemos qué hacer, no se puede transitar, la laguna creció como tres metros, se salió a la carretera. De la glorieta del crucero para acá todos estamos afectados.

El agua subió hasta la iglesia. Tuvimos que sacar en lancha a nuestros vecinos, explicó Lupita, mientras ayudaba a liberar la calle de lodo con una pala.

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Mauricio Rodríguez, taciturno, explicó que su familia perdió seis vehículos y apenas tiene fuerza después de limpiar su casa durante dos días seguidos. La mañana del domingo decidió tomar una bicicleta y recorrer el poblado, meterse al mar para descansar y bañarse, aunque el lodo no se quita ni con el agua de mar.

Finalmente reflexiona: Nos confiamos. Nunca pensamos que se fuera a inundar así, y no deja de observar los socavones.

La mirada de comerciantes y lugareños se pierde en el horizonte, entre los recuerdos de las noches de huracán, el cansancio y la incertidumbre sobre el futuro.

Elementos del Ejército Mexicano que ayudan en la limpieza de viviendas en el centro de la comunidad mencionaron que este domingo asearon más de 80 casas, de las cuales sacaron agua, lodo, ramas y muebles húmedos.

Mientras, en otros puntos de la zona Diamante y colonias aledañas la actividad se mantiene al alza.

En la colonia La Esperanza, en la parte baja de El Coloso, vecinos consiguieron una máquina para sacar la arena que cubrió una calle de unos 100 metros de largo, donde vehículos permanecen bajo agua, piedras y lodo. Estuvimos cinco días encerrados, contó Ángel.

En el corredor Cayaco-Puerto Marqués los congestionamientos vehiculares persisten debido al lodo que permanece en gran parte de un sentido de la vía. El Bulevar de las Naciones fue liberado de obstáculos el sábado por la tarde.

En la avenida Escénica ya se puede circular, pero con extrema precaución, pues aún hay rocas de todos tamaños y un nuevo socavón poco antes de llegar a la glorieta de Puerto Marqués.

Ayer por la mañana, por fin salió el sol en Acapulco, alrededor de las 7:30 horas, pero fue ocultado por las nubes 120 minutos después, aunque persistieron el calor y una ligera humedad. Por la tarde el cielo se nubló nuevamente y cayó una ligera llovizna.

Además, el Aeropuerto Internacional de Acapulco continúa cerrado a operaciones comerciales, luego de que su plataforma quedó inundada por el desbordamiento de la laguna de Tres Palos, producto de las intensas lluvias ocurridas en la madrugada del viernes por los efectos del huracán John. No obstante, los vuelos de rescate salen de la terminal.

En su cuenta de X, el Aeropuerto Internacional de Acapulco informó que está trabajando en conjunto con autoridades y aerolíneas para reanudar labores.

Con información de La Jornada

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