CIA, 60 años de operaciones en México

México. Hace más de 60 años la Agencia Central de Inteligencia (CIA) comenzó operaciones en México, es un secreto desclasificado del que dan cuenta documentos oficiales de Estados Unidos y libros de ex integrantes, sobre las actividades de estos agentes en el territorio nacional en defensa de los "intereses" de su país.

Aunque desde 1992 hay reglas específicas para que los oficiales estadounidenses no participen en operaciones o estén armados en el país, cuántos son y cuáles sus actividades son un misterio en el que se aducen razones de seguridad, pues se enmarcan en la cooperación bilateral. Pero hoy el tema del espionaje a México, a través de nuevas tecnologías, los pone de nuevo en "la mira".

La ex canciller Patricia Espinosa explicó en agosto de 2012 que "los agentes de Estados Unidos en México se rigen por las llamadas reglas del 92, en las que se define expresamente que no pueden realizar actividades reservadas a las autoridades de seguridad y procuración de justicia en México, no pueden portar armas y su presencia tiene que ver con la cooperación".

Actualmente, de forma oficial, se admite sólo la existencia de una oficina binacional -creada a partir de la Iniciativa Mérida-, con sede en la ciudad de México, en la que oficiales mexicanos interactúan y comparten información de inteligencia con sus contrapartes de Estados Unidos, de agencias como la CIA, la Antidrogas (DEA), del Buró Federal de Investigación (FBI) o de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), pero estos agentes no realizan operaciones en el país, según autoridades federales.

Los agentes de la CIA llegaron a México en 1951 para tener una base de operaciones contra amenazas como el comunismo e incluyó en su nómina a políticos mexicanos.

Bajo la operación LITEMPO la CIA llegó para quedarse. Así lo asegura Jefferson Morley, periodista estadounidense que escribió la obra Nuestro hombre en México. Winston Scott y la historia oculta de la CIA, a partir de documentos desclasificados en 2006 en los Archivos Nacionales de Washington.

Se devela que los ex presidentes Adolfo López Mateos fue un agente con la clave Litensor; Gustavo Díaz Ordaz fue Litempo-2, y Luis Echeverría Litempo 8.