Hartazgo y esperanza, expresados en la marcha de Monterrey
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Monterrey es una ciudad poco habituada a marchas y protestas, pero la violencia, y que el jueves dio su rostro más descarnado en el ataque al Casino Royale, ha logrado que la indignación salga de los hogares y tome las plazas
La protesta del domingo, que congregó a unas mil personas en la llamada `Explanada de los Héroes', frente al Palacio de Gobierno, fue una expresión de la urgencia que tienen los regiomontanos por regresar a la tranquilidad de hace algunos años. Unos piden que termine la violencia, otros, que renuncie el gobernador Rodrigo Medina, algunos más, que termine la indiferencia de los empresarios. Élite que en Monterrey es tan poderosa como la política. O quizás aún más.
Entre esos miles de congregados a una protesta que tuvo sus momentos de desorden, por el rechazo a manifestaciones partidistas, varios ciudadanos mostraron pancartas contundentes, ingeniosas o tan certeras como una fotografía de la violencia. Éstas son algunas de las que sobresalieron entre miles de expresiones que clamaban que Monterrey vuelva a ser de la gente y no de las balas.
Un regalo
Mauricio Ruiz sacó unos pantalones de mezclilla de su clóset. Con las herramientas de su profesión -diseñador industrial- armó un bastidor y los colgó sobre él. Para rematar, adornó todo con un moño rojo y les pegó una cartulina.
"Para: Rodrigo
De: El Pueblo
Te hacen falta".
En media hora, el joven de 29 años tuvo listo ese `regalo' para el gobernador de Nuevo León, y con él llegó a la manifestación.
"Desafortunadamente, en otro acto de violencia, viví algo muy cercano. Por eso vine. Porque lo del Casino ya fue mucho".
La creatividad es parte del trabajo diario de Mauricio. Por eso cree que su inusual pancarta puede, de alguna manera, otorgar una lección para quienes hacen política y combaten al crimen organizado".
"Hay que pensar fuera de lo común, incluso para acabar con la violencia. Hay que darle oportunidad todas las ideas. Sobre todo, a las nuevas".
El recuento
La cartulina que porta Isabel Villarreal no podía ser más contundente. Humaniza y pone rostros. Es una especie de factura desglosada.
El jueves, cuando el Casino Royale ardía, esta redactora de 27 años vio pasar en Twitter los nombres de las personas que estaban dentro, acompañadas de la leyenda "Se busca". Así, pudo enterarse de detalles que luego plasmó en dos cartulinas. Una la porta ella. La otra, una amiga que la acompaña en la protesta.
"Los ciudadanos, con las redes sociales, lograron hacer llenar ese vacío de información que dejaron las autoridades".
Una carta
Mientras la protesta se disuelve, una pequeñita garabatea en una libreta. Minutos antes, se desgañitaba con un "¡Renuncia ya, Calderón!" que lograba distinguirse de los gritos adultos.
Se llama Marina Martínez y tiene ocho años. Sus padres, callados, la observan sorprendidos de la energía y la seguridad con que expresa su indignación por la violencia.
-¿Qué escribes?
-Una carta para Calderón.
-¿La puedo ver?
-Mejor te la leo.
Y con su vocecita, comienza.
"¿Por qué la violencia nosotros? Necesitamos vivir tranquilos. Queremos vivir tranquilos. ¿Qué quieres de nosotros? ¿Qué nos matemos unos contra otros o qué?"
Cuando terminó de escribir, Marina blandió su block y lo alzó sobre su cabeza con orgullo. Esa fue la primera pancarta y la primera manifestación de su vida.
Mando a distancia
Desde San Antonio, Texas, el gobernador Rodrigo Medina ve todo más bonito. Así piensan Abraham Barraza y Cristina Martínez, profesionistas de 26 años, y lo hicieron saber en una cartulina.
Entre los regiomontanos se afirma que el mandatario estatal duerme en Texas para mantenerse a salvo de los cárteles. Diario, aseguran, va y viene en un helicóptero pagado con recursos públicos. Son muchos los ciudadanos creen esa versión a pies juntillas.
"Él nunca va a sentir la inseguridad como nosotros la sentimos si está tan lejos", dice Cristina.
Para Abraham, la tragedia del Casino fue un foco de alerta. "Mi mamá va mucho al Bingo. Pudo haberle tocado a ella. Por eso decidí venir, porque a estas alturas, un hecho así puede tocarle a cualquiera de nosotros".
Élites calladas
"Señores de la IP: ¿Por qué su silencio?"
Diana Jiménez llevó escrita a la manifestación la pregunta que quisiera hacer de frente a los grandes empresarios de Monterrey y que son, también, algunos de los hombres más poderosos de México.
"Creo que esa responsabilidad social que tanto pregonan en su publicidad, debería de verse ahora, aquí, en esta manifestación", dice esta ama de casa de 56 años, y agrega: "Es momento de que dejen de hacer acuerdos con el gobierno y volteen a ver cómo estamos viviendo los ciudadanos. Ellos también lo son".
Algo personal
La pancarta de Ruth Becerra tiene la sencillez de la coherencia.
"Si hay políticos irresponsables es porque hay ciudadanos indiferentes", afirma la estudiante de 22 años, originaria de Tabasco. Ella misma es un retrato de los cambios que ha sufrido Monterrey con la violencia. La comunidad de estudiantes foráneos, antes numerosa, ha disminuido mientras la violencia se hace cada vez más evidente.
"Todas le tiramos al gobierno y a los políticos, pero nosotros no cambiamos. Damos mordidas, avalamos la corrupción. Para que esto cambie, tenemos que empezar por ahí".
Acompañada de un par de amigos, Ruth se niega a ver de cerca la violencia para solidarizarse con la ciudad que la acoge desde hace cuatro años
"Por lo pronto, lo que puedo hacer, es venir aquí a repudiar la violencia".
Por : Dulce Ramos (@WikiRamos)/Con información de Laura Garza (@Lauragarza)/Animal Político