Estudiantes mexicanos, proclives a manifestaciones violentas y menos politizados
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De acuerdo a los resultados de encuesta que mide qué tan preparados están los jóvenes para asumir su papel como ciudadanos en el siglo XXI, en su formación cívica, México se encuentra en el lugar 19 de 21 países
Ciudad de México. Los estudiantes mexicanos son más proclives que los adolescentes de otros países a protestar de manera violenta, ya sea tomando edificios, interrumpiendo el tráfico o pintando muros, de acuerdo al Estudio Internacional de Educación Cívica y Ciudadana (ICCS, por sus siglas en inglés), presentado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
De acuerdo a los resultados de la encuesta realizada en jóvenes de segundo año de secundaria -y que mide qué tan preparados están los jóvenes para asumir su papel como ciudadanos en el siglo XXI, en su formación cívica-, México se encuentra en el lugar 19 de 21 países, sólo por arriba de Perú y República Dominicana.
Además, señala que los jóvenes de esta edad se informan menos sobre cuestiones políticas que en otras naciones, y que son los partidos políticos en quienes menos confían, lo cual representan –señaló en INEE en sus conclusiones- un “fuerte llamado de atención” para la vida democrática del país. No obstante, el mismo estudio indica que los estudiantes mexicanos tienen una mayor intención de voto.
Al comentar los resultados del estudio, Sylvia Schmelkes, consejera del INEE, dijo que estos resultados revelan que existe un “problema de cultura de la legalidad que tienen que ser atendido. Uno de los problemas que emerge de este estudio es la deficiencia que tenemos de la cultura de la legalidad. Los jóvenes reflejan en la necesidad de participar, pero desconfían de la ley”.
En la presentación, el titular de la Unidad de Evaluación del Sistema Educativo Nacional del INEE, Jorge Hernández Uralde, citó que el estudio también revela que los jóvenes mexicanos perciben de manera más aguda casi todos los problemas globales planteados, como la pobreza, desempleo, contaminación, crimen, falta de agua, con excepción del terrorismo.
Indicó que una proporción de adolescentes mexicanos -mayor a la media internacional-, identifica como conductas que definen a un buen ciudadano: trabajar duro, asegurar el bienestar económico de la familia, apoyar a personas que están peor que uno, involucrarse para ayudar a otros países de menor desarrollo.
Sin embargo, preocupa que un porcentaje también mayor que la media internacional no considera la obediencia a la ley en la definición de buen ciudadano.
El estudio, coordinado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo y levantado en abril de 2016, señala que el 38 por ciento de los jóvenes mexicanos considera malo que se permita criticar al gobierno; 11 por ciento estima malo se permita protestar cuando una ley es injusta, y que el 5 por ciento considera negativo que todos los grupos étnicos tengan los mismos derechos. Estos últimos resultados fueron considerados por el INEE como “muy inquietantes”.
Hernández Uralde dijo que la encuesta muestra también que los alumnos que participaron en ella consideran que la escuela es un sitio más hostil en México que en la media de países, pues respecto de prácticamente todos los indicadores (apodo ofensivo, burla, ataque físico, romper pertenencias, fotos ofensivas en internet), las frecuencias son significativamente superiores.
La formación ciudadana depende de la escuela, pero también refleja lo que se piensa en la familia y lo que se experimenta en la vida cívica y política de la comunidad, dijo Hernández Uralde.