Francisco y su historia con ‘La Morenita del Tepeyac’
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El Papa tiene una gran devoción por la Virgen de Guadalupe, no solo por la tradición que sigue la orden a la que pertenece sino que ha estado con él en momentos clave de su vida.
"Pensaba entrar a Estados Unidos por México, la primera idea era por Ciudad Juárez, pero ir a México sin visitar a la Guadalupana hubiera sido una bofetada, ¿no?", dijo el papa Francisco durante el viaje que hizo a Estados Unidos en septiembre de del año pasado.
Aquella vez, Francisco cambió de planes y en vez de entrar a territorio estadunidense por Ciudad Juárez, lo hizo por Cuba.
Un mes después, el cardenal Norberto Rivera anunció la llegada del pontífice a México y semanas más tarde se dio a conocer que los lugares que Francisco visitaría serían la Ciudad de México, Chiapas, Morelia y Chihuahua? el Papa explicó, durante una gira por África en noviembre, que eligió lugares por los que sus antecesores no hubieran pasado.
La Ciudad de México ya había sido visitada en dos ocasiones por Juan Pablo II, pero el pontífice argentino explicó que una de las razones por las que decidió venir fue para ver a la Patrona de México.
"Voy a ir a México principalmente a visitar a la Virgen, porque es la Madre de América. Si no fuera por la Virgen de Guadalupe no iría a la Ciudad de México", explicó Francisco en la misma gira.
Este sábado se cumple la anhelada cita del pontífice guadalupano con la 'Morenita del Tepeyac', a quien le trajo de Roma una corona de oro.
La fe guadalupana de Francisco surgió antes que decidiera enfilarse en la Orden de los Jesuitas, en una fecha especial de 1935, cuando sus padres se casaron en Buenos Aires, Argentina. La boda fue el 12 de diciembre, Día de la Guadalupana.
La vocación de Francisco, de acuerdo con el vocero de la Arquidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar, se relaciona con la orden a la que el pontífice pertenece ya que "los jesuitas fueron grandes promotores de la Virgen de Guadalupe en México".
"El Papa es un sacerdote muy mariano, tiene mucho amor en la Virgen. Podríamos decir que es una Papa guadalupano", dijo en entrevista con Milenio Valdemar. El papa Francisco durante la misa que ofició en El Vaticano, Roma, el 12 de diciembre del año pasado.
Pero la fe de Francisco se reforzó cuando después de de ser el supervisor de los jesuitas en Argentina, sin mayor explicación, fue reubicado en la provincia argentina de Córdoba, en donde, de acuerdo con Valdemar y el libro La vida oculta de Bergoglio, de Armando Rubén Puente (Libros Libres, 2014), fue relegado sin otra cosa más que hacer que la de confesar personas y oficiar misas.
"Se habla de dos años de depresión (..) Fue un tipo de depresión no tan profunda que no se pudiera levantar de la cama. Él habla de una depresión, no una crisis de fe", aclaró Valdemar.
Ante esto, una amiga suya, Salva Tissera, durante un viaje a México recordó la situación de su amigo y decidió comprarle una medallita de la Virgen de Guadalupe creyendo que tal vez eso, le trajera las ganas de vivir y la fe de regreso.
"Estaba preocupada por la salud y estado emocional del padre Bergoglio y por eso le traje de México una medalla de la Virgen de Guadalupe (...) Cuando se la di, Bergoglio se emocionó al punto de que se le empañaron los ojos y se la colgó al cuello", dice Tissera en el libro.
El regalo funcionó, pues de acuerdo con Valdemar, la devoción del pontífice hacia la Guadalupana creció y la medalla aún cuelga de su cuello.
Tras su regreso a Buenos Aires, Argentina, Francisco mandó hacer un cuadro de la 'Morenita del Tepeyac' para la catedral argentina.
"Está llena de su simbología, del manto, de las estrellas. Bueno, eso ni en México lo he visto", recordó entre risas el vocero de la Arquidiócesis.
Francisco se reunirá con la Guadalupana y, de acuerdo con sus declaraciones, estará en oración silenciosa cuando se encuentre con ella.
"Mi deseo más grande es detenerme ante la Virgen, este es un misterio que se estudia y se estudia, pero no existen explicaciones humanas", dijo durante el vuelo papa de Roma a Cuba.