Tecnologías para reducir daño ambiental del sector inmobiliario: Gustavo Tomé Velázquez
COMPARTIR
Desde IA hasta el uso de herramientas como recolectores de agua y contador de
El sector inmobiliario es uno de los principales jugadores de la economía a nivel mundial y que transforma la vida de las personas. Los beneficios que aporta a la sociedad son invaluables; sin embargo, aunque sea uno de los más necesarios, es de los principales contaminantes, realidad que se trabaja por cambiar con herramientas tecnológicas, afirma Gustavo Tomé Velázquez.
“Desafortunadamente, somos un sector que por años ha sido responsable del deterioro ambiental, desde la producción de materiales hasta las construcciones, pero el panorama ha ido cambiando. Conscientes de los efectos que se generan, como líderes, hemos trabajado para cambiar la realidad, lo que hemos ido avanzando con el uso de tecnologías que eficienten los procesos y hagan del trabajo algo más responsable”.
De acuerdo con datos de JLL, el sector de construcción es responsable del 40% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a nivel global, lo que repercute en el calentamiento global. En México, la industria es responsable del 50% de las emisiones generadas en el país, revela la Comisión Nacional de Vivienda.
Esto, indica Tomé Velázquez, obliga a diseñar nuevas estrategias de acción tanto en el uso de materiales más sustentables como con el uso de tecnología, ¿cuáles? Para el experto en la industria inmobiliaria, las tecnologías que se están volviendo claves en el cuidado ambiental para el sector, son:
— Inteligencia artificial: con herramientas como sensores de internet de las cosas, para gestionar el agua y racionar su uso, softwares que ayuden a dar mantenimiento continuo, entre otros, el sector puede hacer un uso más eficiente de los recursos. Asimismo, se pueden obtener datos en tiempo real sobre los patrones de consumo, con lo que se desarrollan recomendaciones de acción.
— Fachadas dinámicas: con la construcción de sistemas que aprovechen la luz natural, se reduce el uso de energía eléctrica y ayuda en la refrigeración de los inmuebles, lo que impacta en las emisiones de CO2.
— Vidrio fotovoltaico o celdas solares: al utilizar la luz solar y aprovecharla al máximo, se consigue energía eléctrica limpia que puede utilizarse en todos los ámbitos del inmueble como la iluminación y uso de aparatos electrónicos.
— Sistemas de monitoreo de agua: una de las novedades que se está viendo es el uso de sistemas que gestionen y controlen el uso del agua y a su vez, midan la temperatura, lo que resulta benéfico al momento de bañarse o al usar aparatos de calefacción y climatización.
— Captación del agua: otra tecnología relacionada al agua es la de captación de la lluvia, donde a través de un sistema, se puede procesar y almacenar para utilizarse en actividades de baño, limpieza y riego.
— Materiales de construcción sostenibles: al utilizar elementos reciclados y renovables, que pueden producirse a través de diferentes tecnologías, el impacto que se deja en el planeta es más positivo.
“La buena noticia es que cada vez más opciones surgen para hacer del sector inmobiliario, uno de los más responsables en el mercado. Es cierto que aún falta mucho por hacer, pero nuestro compromiso es seguir cambiando la realidad de una industria que lo único que busca es ofrecer mejores condiciones de vida y trabajo”, finalizó Gustavo Tomé Velázquez, experto en la industria inmobiliaria.