Omicron es la nueva variante de Sudáfrica; ¿porqué la OMS usa el alfabeto griego para nombrarlas?
La Organización Mundial de la Salud decidió utilizar las letras del alfabeto griego para evitar que se estigmaticen a los países
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha nombrado “omicrón” a la nueva variante de COVID-19 hallada en Sudáfrica, y es clasificada como “preocupante” por el organismo internacional.
“La variante B.1.1.529 fue notificada por primera vez a la OMS por Sudáfrica el 24 de noviembre de 2021 (...). Esta variante tiene un gran número de mutaciones, algunas de las cuales son preocupantes”, dijo el grupo de expertos encargado por la OMS de seguir la evolución del covid-19.
Bélgica anunció el viernes que era el primer país europeo que había detectado un caso de la nueva variante y varios países ya cancelaron o restringieron los vuelos procedentes del sur de África.
Esta identificación de la nueva variante de COVID-19, es potencialmente muy contagiosa y con múltiples mutaciones, ha sido anunciada el día de ayer.
Por consiguiente, se ha detectado un caso en Hong Kong, otro en Israel en una persona que regresaba de Malaui y otro en Bélgica.
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¿PORQUÉ LA OMS USA EL ALFABETO GRIEGO PARA NOMBRAR A LAS VARIANTES DE COVID-19?
Luego de las críticas por la excesiva complejidad de las denominaciones dadas por los científicos, como la primera variante sudafricana que se le conocía como B.1.351, 501y.v2 Y 20H/501Y.V2.
La Organización Mundial de la Salud decidió utilizar las letras del alfabeto griego, en un intento de simplificar el debate y la pronunciación, evitando al mismo tiempo que se estigmaticen a los países.
Por lo que las variantes de Reino Unido, Sudáfrica, Brasil e India recibieron las letras, Alfa, Beta, Gamma y Delta, etc. Según el orden de su detección.
La elección del alfabeto griego se produjo tras meses de deliberaciones en las que los expertos consideraron otras posibilidades, como dioses griegos y nombres inventados y pseudoclásicos, según el bacteriólogo Mark Pallen, que participó en las conversaciones.
Pero muchos eran ya marcas, empresas o nombres de extranjeros.
Históricamente, los virus se han asociado a menudo con los lugares de los que se cree que han surgido, como el ébola, que lleva el nombre del río congoleño del mismo nombre.
Pero esto puede ser perjudicial para los lugares y a menudo inexacto, como en el caso de la llamada “gripe española” de 1918, cuyos orígenes son desconocidos.
“Ningún país debe ser estigmatizado por detectar y notificar variantes”, dijo la epidemióloga de la OMS Maria Van Kerkhove.