América echó a perder una buena noche
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Por más que el árbitro Jorge Pérez Durán no quería marcar el penalti con el que el Pachuca le empató la ida de la semifinal al América, tuvo que hacerlo, porque hubo una evidente falta de Jorge Sánchez sobre Avilés Hurtado. Ahora, no se puede tratar de imponer el argumento de que al América lo quieren llevar a la final del Clausura 2022 de la mano de los silbantes. Lo único que no se entiende es por qué se tardaron tanto en revisarla... En fin.
El americanismo había encontrado en el primer tiempo de este juego a un equipo más agresivo, con mayor intención de ir hacia la portería rival, aunque sigue sin tener a uno de esos elementos que sea contundente, que sea resolutivo para un equipo que generó, pero que no logró aprovechar en esas primeras aproximaciones. La falla de Diego Valdés al servicio retrasado de Luis Fuentes pudo sepultar al equipo americanista, que se levantó de esa falta de un atacante de peso, y el propio chileno marcó el gol de la ventaja momentánea.
Parece que Fernando Ortiz no tendrá en este torneo un equipo redondo, y posiblemente no lo tenga para lo que viene si es que se queda, debido a esta ausencia de elementos clave. Porque el América fue mejor que el Pachuca durante muchos momentos del partido, generó a partir de la lucidez de su mediocampo y se las arregló, en esos primeros 45 minutos, para mantener su portería sin goles, aunque también hay que decir que Guillermo Ochoa tuvo mucho que ver.
América echó a perder una noche en la que pudo sacar una ventaja muy importante contra un equipo al que se las arregló para someter y meterlo en su área, limitando al mediocampo de los hidalguenses, que ha sido uno de sus fuertes a lo largo del torneo, lo que lo convirtió en el equipo más equilibrado y el líder del Clausura 2022.
Para hoy, Ortiz no debe cambiar nada de la manera en que comenzó la serie de semifinal contra el Pachuca. Debe volver a tomar la iniciativa, a ser agresivo con inteligencia. Por qué darle la iniciativa al equipo que dirige Guillermo Almada, que tendrá también otra actitud en su campo. Por supuesto que necesitan que los delanteros sean contundentes para evitar sufrir o evitar otro fracaso, sobre todo cuando en el partido de ida tuvieron la oportunidad, en el primer tiempo, de obtener una ventaja importante y lo echaron a perder por esas fallas.
Hoy se termina el mito de que al América le ayuda el arbitraje, el antiamericanismo se puede guardar ese argumento y el americanismo debe exigir que los delanteros den el mejor partido del torneo para poder clasificar a la final.