Asentamientos irregulares
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Vivimos en el presente mucho del futuro no
previsto.
“Polvos de aquellos lodos”, dicen en el rancho. Todos los actos desmedidos de la juventud vienen teniendo sus consecuencias en años dolorosos al final de la vida.
Las grietas de ayer son los derrumbes de hoy. El hipertelevisado deslave y derrumbe de los amenazantes peñascos del cerro del Chiquihuite, allá en el Valle de México, han impactado en toda la nación y no son pocas las alcaldías y los estados que se pusieron a detectar los asentamientos irregulares de sus jurisdicciones.
Lo más barato resulta, a la larga, lo más caro. Los terrenos de menos precio suelen ser no sólo los más periféricos, sino los más peligrosos. Incendios, inundaciones y deslaves se vuelven contra los habitantes de terrenos cercanos a depósitos de combustible, a lagos y ríos o a montículos de terrenos inconsistentes. Empieza a extenderse el caserío siempre frágil y vulnerable. El mismo que, después de catástrofes, es desalojado para evitar mayores males.
Previsión circunspecta y mantenimiento suficiente y oportuno hacen posible un grado de seguridad aceptable para evitar sorpresas trágicas, siempre evitables.
¿CUIDAR O DESCARTAR?
¿Hospitalidad o rechazo? ¿Dique o encauzamiento?
El planeta está habitado por gente residente y gente itinerante. Las desinstalaciones producen movilizaciones de población, no sólo por turismo, sino también por necesidades laborales, académicas, relacionales y de muchos otros tipos.
El Derecho Internacional ha de precisar más una normatividad que no permita los pésimos espectáculos de inhumanidad.
Se han dado al dejar ahogar a los que buscan puerto que no se cierre, fronteras que no frustren avances urgentes.
Preceptos claros se requieren para organizar a los grupos migrantes.
Que no se conviertan en caravanas explotadas y engañadas que se ponen en marcha con inseguridad total. Se encuentran al final con filtros exagerados, contenciones violentas y deportaciones decepcionantes.
El cuidado y no el descarte ha de crear ese clima de fraternidad en el espacio común de convivencia de los continentes.
Acá en el norte tenemos frontera a la que seguirán llegando todos los que pensaron que el cambio de régimen en la nación de los Estados Unidos les ampliaba la esperanza de trabajo seguro y bien remunerado, lejos de sus ambientes locales llenos de amenazas a su vida y a su bienestar. Puede ser esta región una región piloto en la que se logre el cuidado sin rechazo...
INDEPENDENCIA, FE Y UNIÓN
Tres garantías. Tres colores en la nueva bandera. Un desfile triunfante proclamando victoria para ya no ser colonia, sino nación soberana.
Es fecha celebrable. Libertad para no depender políticamente, para creer con la vida y para superar divisiones sin tachar diferencias.
Abandonar las separaciones de las distinciones y así lograr complementación en lo esencial.
“Piensa, patria querida, que −en el cielo− tu eterno destino, por el dedo de Dios se escribió”...
