Cómo lograr ser quien soy en cada etapa de mi vida, lidiando con el paso de los años y ajustándome a lo que me dicta mi autoconocimiento
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Vi la película “Sustancia” con Demi Moore. No diré que me gustó la película. Una disculpa a las persona que saben de cine y que pueden narrar la película desde otro punto de vista. A mi me hizo recordar aquello que dicen de que debemos trabajar hacia ser “la mejor versión de nosotros mismos”. No sé qué “mensajes” fueron propuestas en la película, ni cuáles “mensajes” cosechará cada persona que ha visto la película. Mi mente, entre muchas otras cosas, me recordó que nuestra interpretación personal de lo que significa ser “nuestra mejor versión” es totalmente subjetiva, aunque obedece, en momentos, a lo que la mercadotecnia nos indica que se espera de nosotros. La belleza, el cuerpo perfecto, la juventud, el brillo, la actitud, y tanto más. Entonces me puse a contemplar como interpretar lo que sería la mejor versión de mí en cada una de las etapas de la vida, pasando el criterio de la sociedad mercantil a mi propia consciencia. Se dice fácil. No lo es.
Desde que yo era joven se hablaba de la tendencia de reubicar a las personas mayores a asilos y comunidades para no tener que lidiar con ellos, o bien para no enfrentar el futuro evidente, y tal vez por no poder ver el tesoro que hay en el paso de los años. Entonces una persona que pasa de los 30, 40, 50, en vez de madurar en belleza y sabiduría, se ve forzada a buscar la fuente de eterna juventud. Puede ser que se logre algo temporal, pero ¿qué se hace con los años internos, que tal vez en el exterior no se noten pero que existen de hecho?
Si me compro la sugerencia de convertirme en la mejor versión de mí misma, ¿qué significa en el momento actual? Y ¿cómo hacerlo sin caer en los clichés que dicen que después de los 40 años una mujer no debe usar mezclilla ni tener cabello largo?
Creo que la respuesta está en el autoconocimiento. No me refiero a una descripción de quien creo que soy, sino un trabajo continuo, profundo y honesto que me lleva a reconocerme en cada etapa de mi vida. Eso me permitirá saber con qué imagen me identifico, y como expresarme desde quien realmente estoy siendo en el momento.