Cultura y Pop: Times Square
David Wojnarowicz fue un artista estadounidense de ascendencia polaca y australiana. Pobre y maltratado por su padre, a los 17 años vivía en las calles y sobrevivía vendiéndose a pedófilos, precisamente en Times Square
Con perdón de París, Londres, Berlín y Tokio, no hay ciudad en el mundo que capture la imaginación de la gente como Nueva York.
Mucho tiene que ver con el “soft power” de Estados Unidos. Gracias a la televisión y al cine, miles de millones de personas en todo el mundo han visto sus calles, restaurantes y ambiente. Gracias a la Estatua de la Libertad, saben lo que la ciudad significa para millones de personas. Gracias a Sinatra, saben que tiene tanto talento, que si triunfas allí, triunfarás en cualquier parte. Gracias a Jay-Z, saben que el Empire State of Mind es un sentimiento de poder y creatividad, y que ninguna ciudad lo encarna e inspira mejor que Nueva York.
No es de extrañar que sea la ciudad que más personas tienen en común en sus viajes —o en su bucket list— y que muchos padres lleven a sus hijos para mostrarles sus lugares más icónicos, como Times Square. Pero hoy en día, cualquier turista que se pare ahí y contemple sus pantallas y anuncios, la gente y el bullicio, los vendedores y las tiendas, tendrá difícil creer que durante décadas Times Square fue una zona plagada de prostitución, drogas y delincuencia que los turistas evitaban.
La mejor manera de recordar esto es una obra de arte.
David Wojnarowicz fue un artista estadounidense de ascendencia polaca y australiana. Pobre y maltratado por su padre, a los 17 años vivía en las calles y sobrevivía vendiéndose a pedófilos, precisamente en Times Square.
Wojnarowicz quería ser escritor y terminó convirtiéndose en artista. En Arthur Rimbaud in New York, una de sus series de fotografías más famosas, pidió a sus amigos que se pusieran una máscara del poeta Rimbaud y posaran en lugares de Nueva York relacionados con su propia vida. La de Times Square captó su estado hacia 1980: detrás de la figura de Rimbaud un tipo cruza la calle ilegalmente, las marquesinas promocionan obras pornográficas, y en vez de tiendas para niños hay sex shops, bares go-go y espectáculos de peep show.
El ambiente era tan agradable y atraía a gente tan bonita, que nadie quería vivir ahí. Los índices de criminalidad eran altísimos y se consideraba el peor barrio de Manhattan.
Sólo un loco habría predicho por entonces que en 2024 Times Square sería el lugar más visitado del mundo —360.000 peatones al día, más de 131 millones al año— y se promocionaría a sí mismo, sin asomo de ironía, como “el destino ideal para familias.”
Si todo esto le suena un poco a Disneylandia, tiene razón. Times Square comenzó a cambiar a mediados de los 80s, cuando se construyeron nuevos edificios de oficinas y hoteles en la zona, a los que se les exigió que tuvieran grandes anuncios luminosos para evitar que las calles estuvieran oscuras de noche. Pero no fue hasta los noventas, cuando Disney adquirió control de uno de sus teatros y abrió una tienda gigantesca, que la zona despegó de verdad: a Disney le siguieron un museo de Madame Tussauds, estudios de televisión, restaurantes, tiendas de M&Ms, Hershey’s y Krispy Kreme, y más teatros, cines, hoteles y oficinas.
Hoy en día, Times Square atrae a más visitantes que los parques de Disney. El corazón de Manhattan se ha convertido en un lugar diseñado para atraer a turistas y sus carteras, y hacia allá va el resto de la isla. El SoHo era un lugar abandonado donde artistas hambrientos podían alquilar espacio para estudios, pero ahora el lugar está lleno de tiendas de alta gama. Greenwich Village, el histórico barrio bohemio y epicentro del movimiento LGBTQ, es hoy en día uno de los lugares más caros para comprar una casa en los EEUU. El Meatpack District y TriBeCa también se gentrificaron y pusieron de moda, e incluso los muelles abandonados se han ido recuperado, y Hudsons Yards se ha convertido en el último ejemplo de cómo una zona que parecía irrecuperable se ha vuelto increíblemente cara y turística.
Y sin embargo, el espíritu de Nueva York sigue presente en Times Square—probablemente el único lugar del mundo donde un hombre puedar salir a tocar la guitarra vistiendo solo sombrero, calzón y botas vaqueras durante 25 años, y no sólo se gane la vida como el Naked Cowboy, sino que se haga famoso. Pero esto es Nueva York, my brother: el Naked Cowboy registró su marca, y no sólo recibe regalías por ella, sino que demandó a M&Ms por inspirarse en su imagen para crear un anuncio; y a su vez, fue demandado por una mujer que decidió que ella era la original Naked Cowgirl —también la puede encontrar, a sus 68 años, en Times Square— y exigía al Naked Cowboy que dejara de llamar así a las chicas que a veces lo acompañan en su show—incluyendo a su esposa, que por cierto, es mexicana. Y visto el éxito del Naked Cowboy, pronto aterrizaron en Times Square las “Desnudas”: mujeres de origen latinoamericano que solo visten el bottom del bikini y body paint, y se ganan la vida posando con turistas a cambio de un dólar. Pero si son cinco o diez, aún mejor.