Dos Bocas. Bitácora de mentiras

Opinión
/ 7 agosto 2024

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En campaña, Andrés Manuel López Obrador prometió construir una refinería en Dos Bocas. En mayo de 2019, el Presidente anunció que como no confiaba en las empresas mexicanas por corruptas, invitaba a cuatro consorcios de países “donde no se tolera la corrupción, que tengan dimensión ética”. La misión era construir la refinería en tres años a un costo de 8 mil millones de dólares. Las convocadas fueron Bechtel/Techint, Worley Parsons/Jacob, Technip y KBR.

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En mayo de 2019 se anunció que ninguna de las cuatro empresas aceptaba participar con esas condiciones. Consideraron que era imposible construir la refinería a ese costo y en ese lapso de tiempo. Las cuatro coincidieron en que saldría mucho más cara y tardaría más. El Presidente no aceptó el diagnóstico unánime: inmediatamente anunció que Pemex haría la refinería por 8 mil millones de dólares y la tendría lista en el 2022.

Durante los años siguientes, al menos durante siete ocasiones, el Presidente fue posponiendo la fecha en que Dos Bocas estaría operando. El 2 de junio de 2019 dijo “la vamos a construir en tres años”, es decir, quedaría lista en 2022. El 18 de junio de 2020 prometió que la inauguración sería “el día primero de junio del 2022”. El 14 de octubre del 2021 cambió la fecha: “vamos a inaugurar el día 2 de julio del año próximo”. Para el 29 de noviembre de 2022 dijo “si no es a finales de este año, a principios del año próximo”. El 1 de septiembre del 2023 afirmó que ese mismo día Dos Bocas iba a empezar a producir petrolíferos y que a finales del año estaría produciendo “un promedio de 290 mil barriles diarios de gasolinas”. El 26 de enero de este año afirmó que la refinería empezaría a “producir a toda su capacidad el 28 de febrero”. Y apenas en el acto del sábado pasado el director de Pemex dijo que este mismo agosto se lograría la producción al 100 por ciento.

El 1 de julio del 2022 el Presidente “inauguró” la refinería de Dos Bocas. El gobierno aceptó que en realidad era sólo una “primera etapa”. En esa fecha, dijo que para julio de 2023 ya estaría iniciando producción y que para el tercer trimestre de ese 2023 estaría funcionando a plenitud de sus capacidades. El pasado sábado 3 de agosto volvió a inaugurarla. Oficialmente se aceptó que estaba apenas al 50 por ciento de su capacidad de producción. Los especialistas coinciden en que no opera ni al 50 por ciento. La refinería prometía recibir petróleo crudo y entregar gasolina. Eso no está pasando. Está recibiendo de otra refinería un producto químico que ya casi es gasolina y sólo hace un proceso menor, casi ínfimo, para poder decir que de ahí sale gasolina.

Con el costo de la refinería sucedió algo similar. Originalmente el Presidente anunció que costaría 8 mil millones de dólares. En abril de 2022 dijo que “un poco más, cerca de 9 mil”. En junio de 2022 que “como 11 o 12”. Para septiembre de 2022 el Presidente declaró que el Consejo de Administración de Pemex autorizó hasta 12 mil millones de dólares, y que seguramente se destinaría más. En noviembre de 2023, Rocío Nahle en entrevista dijo que el costo podría ascender a los 16 mil millones de dólares. Hoy varios analistas calculan que el costo supera los 18 mil millones y que incluso podría triplicar el presupuesto inicial y rebasar los 24 mil millones con los recursos aprobados por el Congreso −de mayoría morenista− a inicios de este año. A lo largo de este proceso, al menos en dos ocasiones Pemex reportó sin hacer aspavientos, en sus estados financieros o ante su Consejo, que la refinería había incrementado su costo, pero en la mañanera el Presidente negaba el hecho, hasta que semanas después lo aceptaba.

Leonardo Cornejo Serrano fue un alto funcionario en el sexenio de Peña Nieto que estuvo involucrado en el escándalo de corrupción de Odebrecht. Se supo que un informe de Pemex entregado a la FGR en noviembre de 2017 nombraba a este funcionario por sus constantes reuniones con los ejecutivos del emporio brasileño en la torre de Pemex, donde despachaba como cercano al entonces director general, Emilio Lozoya, que terminó en la cárcel. En la administración López Obrador contrataron a Cornejo Serrano como subdirector de Proyectos Industriales de Pemex. Es el principal operador de la construcción de Dos Bocas. Es el que firma los contratos.

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La encargada general de construir la refinería fue la secretaria de Energía, Rocío Nahle. En la campaña de 2024, se denunciaron todas las propiedades adquiridas por Nahle y familiares, y que no fueron reportadas en su declaración patrimonial. Una lujosa casa en un fraccionamiento con canales de agua en el que se llega al supermercado en yate, que está a nombre de su sobrina, quien no tiene capacidad económica como para un patrimonio así. Un departamento en Nueva York, cuya carísima renta desfondaría su salario como secretaria de Estado. Un departamento en el municipio más rico del país: San Pedro Garza García, Nuevo León.

En enero de 2024, se publicó la grabación de una conversación telefónica de Amílcar Olán, íntimo amigo de los hijos del presidente de México. Amílcar relata que se quedó con una empresa que tenía 30 mil millones de pesos en contratos con este gobierno, varios de ellos en Dos Bocas tras la muerte en un accidente aéreo de Daniel Flores, quien era un empresario cercano al exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López.

@CarlosLoret

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