El diablo está en los detalles: retrasos y desafíos en la gestión teatral en Coahuila
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Dicta el famoso refrán “el diablo está en los detalles”. Esta curiosa frase hace referencia a la importancia de prestar atención a las pequeñeces a la hora de hacer acuerdos, pues por ahí suelen filtrarse sutilezas de consecuencias catastróficas. Por ello, hace bien vigilar atentamente los acontecimientos en estas situaciones, pues prometer es fácil, ya cumplir cabalmente es otra cosa.
También se dice que “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, y aunque se puede discutir mucho ésta afirmación, en los últimos tiempos el gremio teatral coahuilense y saltillense se la ha tomado a pecho. En los años que me ha tocado vivir en la ciudad, me he dado cuenta que los cuestionamientos a las diversas administraciones en el área de cultura suelen venir en oleadas, siendo los periodos más intensos los inicios y finales de las mismas. Por eso no extraña el esfuerzo de vigilancia y comunicación que se ha dado desde la entrada de Esther Quintana Salinas como titular de la Secretaría de Cultura de Coahuila, y es que, sin afán de ser partidistas, los cierres y aperturas de ciclos hacen que pongamos atención, justamente, a los detalles, a donde nos encontrábamos y dónde estamos ahora. También, surge la pregunta de hacia dónde vamos.
Las primeras impresiones, hay que decirlo, no fueron las mejores. Las proyecciones de presupuestos proyectados para las actividades culturales del año acabaron no correspondiendo con la realidad y en duda se puso si la Muestra Estatal de Teatro siquiera sucedería. La respuesta oficial – después de unos cuantos dimes y diretes – fue que la muestra sucedería en octubre, se trataba de un simple atraso en el calendario. En fin, se abrió el diálogo, se nombró una comisión de representantes para negociar y vigilar el desarrollo de la convocatoria y la organización de la MET. Sin embargo, aparecieron los detalles.
Si usted no ha visto publicados los seleccionados para dicha muestra, que la convocatoria en la página oficial del estado dice que serían revelados “a más tardar el día 9 de septiembre”, es porque – otra vez – sucedieron atrasos. Trascendió que los concursantes de la convocatoria habían recibido vía correo electrónico un aviso informando que, por cuestiones de agenda, tanto el evento como la publicación de resultados serían recalendarizados. Si todo sale “bien” – que bien, bien, sería respetar las convocatorias – hoy, 27 de septiembre, tendremos resultados, siendo la MET recorrida para finales de octubre.
Ahora sí, las opiniones se dividieron entre los que, por suerte, no tendrán problemas de calendario si quedasen seleccionados, y los que ya tenían compromisos planeados en dichas fechas. Los quejosos no están equivocados. Cualquier empresa cultural que se respete tiene un calendario hecho con antelación, vaya, que cualquier persona medianamente organizada toma en cuenta las fechas de un evento en una convocatoria antes de participar. Si las intenciones de los organizadores son buenas, pues se dice que todo el evento se atrasó para cumplir cabalmente con las exigencias del gremio, un cambio así no deja bien parado a nadie. Ojalá no se vuelva costumbre, pues lo que se publica en una convocatoria no deberían de ser buenos deseos sino garantías.
Y hablando de sutilezas, en otra jugada por intentar elevar las condiciones del teatro local, se entregó recientemente otro oficio este mes, ahora con la intención de mejorar las condiciones que se ofrecen para los artistas escénicos en el complejo formado por el Teatro de la Ciudad Fernando Soler y el Teatro de Cámara Jesús Valdés. El primero sufriendo un insólito caso de indisponibilidad para ser usado los domingos y el segundo en completo desuso. De éste todavía se está esperando respuesta; ojalá sea positiva, pero también cumplida cabalmente.
Si el diablo se encuentra en los detalles, es porque por allí es muy fácil ver las intenciones o real compromiso de los otros. No basta lanzar una convocatoria a las prisas para calmar las aguas y no basta tener espacios culturales que no pueden ser adecuadamente usados. Los detalles, claramente, el gremio los va a notar, y ya va siendo evidente que no se va a quedar callado.