El premio a Ressa y a Muratov, un llamado a quienes han hecho del periodismo un negocio rentable
COMPARTIR
En el Índice Mundial de Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras 2021, Noruega, Finlandia, Suecia y Dinamarca son los punteros, luego le sigue Costa Rica en el quinto lugar en América Latina; Filipinas se encuentra en el lugar 138 y Rusia en el 150 de 180 países, donde tener la profesión y el oficio del periodismo es jugar a la ruleta rusa. Por si le interesa, México se encuentra en el lugar 143. Como en otros tantos rubros, los países nórdicos, en el ámbito de ejercer el derecho de libertad de expresión, son el número uno.
Pero no me quiero referir a los pueblos nórdicos, el contexto busca dejar claro el momento que vive
el arte de comunicar con la verdad, en algunas latitudes donde comunicar es un verdadero acto heroico.
En virtud de eso, va este año el Nobel de la Paz.
Y en el entendido de que la paz tiene muchas rutas, hoy se reconoce el periodismo comprometido. No cualquier forma de hacer periodismo, como usted lo sabe, hay de periodistas a periodistas. No es lo mismo crear escenarios, comprar actores, montar foros o hacer sólo periodismo de “tirar la piedra y esconder la mano”, que jugarse la piel haciendo periodismo de investigación donde los investigados son los gobiernos, los empresarios coludidos, los cárteles de la droga, los grupos minoritarios en países monoculturales o el terrorismo.
Por eso el pasado 8 de octubre se entregó en Oslo, Noruega, el premio a Maria A. Ressa, periodista con una brillante trayectoria, en su formación y en su carrera. Ella ya había sido galardonada con el Premio Mundial de la Libertad de Prensa de la UNESCO, en un momento bastante complicado para el periodismo. Su resistencia al presidente filipino Rodrigo Duterte con sus amenazas de llevarla a la cárcel y su trabajo incansable sobre la investigación de temas como el terrorismo y el narcotráfico le valieron el respeto de la comunidad internacional.
Por su parte, Dimitri Muratov con sus investigaciones ha sido funcionalmente un opositor al tema de corrupción que se da en el gobierno y entre los empresarios que sirven al régimen ruso. Ha escrito también sobre derechos humanos, persecución y tortura en contra de personas de la comunidad LGTB.
En Ressa y Muratov se reconoce a todos aquellos periodistas que, en sociedades donde la mentira, la corrupción y el abuso de autoridad buscan cancelar la libertad de expresión y con eso la democracia y la paz, representan la constancia y la lucha por hacer valer los grandes ideales que le dan sentido a lo que hoy es una de las profesiones más peligrosas del mundo, el periodismo. Por otra parte, es un llamado de atención a las conciencias de muchos que han hecho del periodismo y del ocultamiento de la verdad un negocio rentable.
El papel de ambos ha sido determinante en sus respectivos países, donde los regímenes autoritarios atentan contra la democracia y con sus investigaciones han dejado clara la importancia de la información veraz y objetiva salvaguardando la libertad de expresión que, como lo afirmó el Comité del Nobel, “es una precondición para la democracia y la paz duradera”, que es lo que finalmente han estado buscando estos dos grandes periodistas.
¿Está en el horizonte existencial de nuestro País ver un Premio Nobel de la Paz y verlo en el ámbito del periodismo? Quienes han intentado colaborar con la justicia y la paz a través de la pluma se han topado con poderes hegemónicos que no les han permitido aproximarse a la verdad. Podríamos enumerar muchas plumas que han dejado la piel en el ejercicio de la profesión, muchos de ellos sin mayor reconocimiento. Los más son periodistas que han encontrado en el ocultamiento de la información y en el rentar la palabra y la voz al mejor postor un modo fácil de servir a poderes fácticos y a intereses de unos cuantos, inflamándose de dinero los bolsillos, México es un país donde nos sobran ejemplos de esto último.
El premio que se ha otorgado a Ressa y a Muratov es un llamado a la conciencia de muchos que han hecho del periodismo un negocio lucrativo. En una época donde el periodismo de investigación y donde el costo por realizarlo tiene como moneda de cambio la vida misma, el reconocimiento busca visibilizar en la comunidad internacional el papel que realizan muchos periodistas en el mundo y quienes, como Diógenes, buscan mantener encendida la lámpara de la verdad a plena luz del día. Así las cosas.
fjesusb@tec.mx