Hablemos de Dios 218

Opinión
/ 15 marzo 2025

¿Amo a las mujeres? Sin duda. Por eso y cuando puedo, siempre tengo dos novias a la mano. ¿De qué se me va acusar? No lo sé. Pero siempre lo hago, cuando puedo. Vaya. Amo a las mujeres y algunas de ellas, me han amado; el problema es que no ven futuro en mi persona, seamos francos. Eso llamado “estabilidad para toda la vida”, lo que eso signifique hoy. Usted lo sabe porque mi vida es pública: me he casado dos veces en mi patética vida. Una en esta ciudad y la otra ocasión en Monterrey. Y como Dios manda, me he divorciado. Gracias a Dios, insisto.

¿En el invierno de mi vida me voy a volver a casar? Caramba, me encantaría... pero hoy, no tengo con quién. Así de sencillo. Pero, lo fundamental es algo: amo a las mujeres. Pero lo anterior no es óbice para que su servidor haya escrito un par de columnas las cuales fueron muy replicadas (fueron tres, según recuerdo) donde abordé críticamente eso llamado “8M”. Comentarios a favor y en contra me llovieron. A todo mundo respeto y su punto de vista pues es eso, su particular visión de este tema tan complejo hoy llamado “Mujeres”.

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En el texto sabatino pasado donde hice una breve genealogía y fervorosa alabanza de la Virgen, de María Inmaculada, varios lectores se comunicaron para enmendarme la plana en materia musical. Sin duda, todo mundo es mejor a su servidor y todo mundo ha leído más que yo, sabe más que yo y ha escuchado mejor música que su servidor.

Le dije la vez anterior en esta tertulia sabatina en hablar de Dios: los hermanos musulmanes y católicos consideran santa entre todas las mujeres a María, y el Corán cita el nombre de María (Maryam) más veces que la misma Biblia de nosotros, los católicos. María en el Corán, al igual que en la Biblia, fue elegida por Dios “sobre todas las mujeres del mundo” debido a su castidad y obediencia. Tanto en el Corán como en la Biblia, un ángel (al parecer Gabriel) le anuncia el embarazo de un niño (Jesús) en su vientre.

En la Biblia cristiana María da a luz en un pesebre y en compañía de José. En el Corán, da a luz sola, cobijada en una palmera del desierto. Aquí no existe José. Bakr Zaki Awad, maestro decano de la Facultad de Teología en la Universidad Al Azhar, principal Universidad teológica en el Cairo, Egipto, ha dicho con un lenguaje sobrado: “María es la más pura y virtuosa de todas las mujeres del universo”.

Le dije la vez anterior de un gran poema en la clásica traducción de Lope de Vega: “La madre piadosa estaba/ Junto a la cruz y lloraba/ Mientras el Hijo pendía./ Cuya alma, triste y llorosa,/ Traspasada y dolorosa/ Fiero cuchillo tenía...” Su belleza plástica conmueve en todo el poema, pero aquí hay que llamar la atención en lo siguiente: este poema desde su creación y hasta nuestra época contemporánea, ha inspirado a más de 400 autores (compositores) para realizar igual número de musicalizaciones al respecto. Joaquín Desprez (1500), Orlando di Lasso (1585), Antonio Vivaldi (1715), Pergolesi (1736), Joseph Haydn (1767)... hasta llegar a nuestros días con un compositor alabado por todos, el gran Arvo Part (1985).

ESQUINA-BAJAN

Las composiciones de Vivaldi, Rossini, Pergolesi y Boccherini, por ejemplo, están consideradas como las piezas sacras más importantes en la historia de la música culta... inspiradas en la Virgen María. Y aquí es donde llegamos al punto: varios lectores me recordaron de gran música la cual en honor a la verdad, no he escuchado: es el caso de las “Cantigas de Alfonso, el sabio”; igual, “Vísperas de la Virgen” de Monteverdi... en fin, mucha mi ignorancia, mucho por escuchar y deleitarme.

Amo a las mujeres. Los amo y no puedo estar sin una de ellas a mi lado. Me quieran o no. Es intrascendente ello, yo si las quiero y las deseo. Una de las cosas que fue harto replicada fue mi recuerdo de la mujer de Lot, aquella mujer de la Biblia la cual por desobedecer a su hombre y el mandato divino, se convirtió en estatuía de sal y luego se desmoronó; sí, como Pedro Páramo de Juan Rulfo.

Uno de los mejores y más grandes poemas jamás escrito por humano alguno, es “Piedra de sol” de Octavio paz. Lea usted uno de sus versos poderosos y eternos:

“Lo que llamamos Dios,
el ser sin nombre”.

Si la mujer de Lot no tiene nombre, era su posesión, “su mujer”, pues Dios tampoco tiene nombre, es el famoso tetragrama bíblico YHWH ¿Cuál es el nombre de Dios en estas infinitas posibilidades de “ars combinatoria”? Ese es el punto, quien descifre el nombre de Dios (el Innombrable), tal vez llegue a ser como él. Por esto y para hacer accesible su “nombre”, el tetragrama, lo hemos hecho inteligible al decirle Iahvé-Jehová.

Los cabalistas hablan que el mundo mismo fue creado con letras. Las letras son un poder divino, son una parte de Dios que se encarnó, que se contrajo en ellas. Las letras “son Dios”. Y de hecho, los cabalistas afirman que La Torah desde la primera hasta la última letra, es sólo “un gran nombre de Dios”. Si la mujer de Lot no tenía nombre y ha pasado a la historia como la presencia, la sombra, lo impersonal de la mujer, tal vez su ausencia de nombre sea su eterna presencia...

LETRAS MINÚSCULAS

Agradezco al melómano don Javier Salinas que comparta conmigo su música y su conocimiento enciclopédico. Gracias.

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