Índice de competitividad: Hay aspectos que deben mejorar
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El Instituto Mexicano para la Competitividad, un organismo de la sociedad civil que se ha consolidado como un referente en la materia, dio a conocer ayer su Índice de Competitividad Estatal 2022 en el cual se ubicó a Coahuila como la tercera entidad más competitiva a nivel nacional.
Mejor aún: nuestra entidad avanzó un lugar en este ranking superando este año a Querétaro en el selecto grupo de cuatro entidades que se ubican en el rango de “alta competitividad” del referido indicador. Dicho rango es el penúltimo escalón del índice y arriba de este se encuentra sólo la Ciudad de México, la única que tiene un sitio en el rango de competitividad “muy alta”.
El índice del IMCO, es conveniente señalarlo, está compuesto de 10 subíndices que son calificados de forma individual y la mezcla de esas calificaciones es la que permite establecer seis rangos de competitividad y ubicar a las entidades del país en cada uno de ellos: “muy alta”, “alta”, “media alta”, “media baja”, “baja” y “muy baja”.
Las calificaciones individuales ofrecen una lectura diferente –y absolutamente necesaria– de los resultados del informe publicado ayer. Por un lado, las calificaciones de cada subíndice dejan claras las fortalezas de cada entidad y, por el otro, los rubros en los cuales debe trabajarse más.
En el caso específico de Coahuila destacamos en “sistema de derecho confiable y objetivo”, así como en “aprovechamiento de las relaciones internacionales”, rubros en los que se ocupa el segundo lugar nacional; “sistema político estable y funcional” e “innovación y sofisticación en los sectores económicos” (quinto lugar); “gobiernos eficientes y eficaces” (sexto lugar) y “mercado de factores eficiente” (séptimo lugar).
En contraparte, las áreas de “sociedad incluyente, preparada y sana”, en la que se ocupa la posición número 11; “manejo sostenible del medio ambiente” (lugar 12); “sectores precursores de clase mundial” (lugar 13); y “economía estable” (lugar 17), son aspectos en los cuales debe mejorarse.
Que la entidad haya avanzado en este índice respecto del año pasado es un hecho que debe saludarse, desde luego, pero al mismo tiempo es indispensable que se reconozcan los aspectos en los que aún tenemos espacio para crecer, pues la aspiración siempre debe ser ocupar el primer lugar de un indicador.
Por otro parte, es necesario tener en cuenta que en materia de competitividad la comparación contra el resto de las entidades del país es insuficiente, pues no estamos compitiendo sólo a nivel local, sino de forma global y por ello es necesario compararnos con el exterior también.
En particular, es necesario platearnos metas específicas en rubros como manejo sostenible del medio ambiente y estabilidad económica, pues de estos dependen la sustentabilidad a largo plazo, es decir, el que podamos mantener la competitividad que hoy se nos reconoce.
No hay que dejar de celebrar el logro, por supuesto, pero tampoco hay que perder mucho tiempo en lanzar confeti porque la competencia en el mundo no se detiene ni un instante.