La capacidad de carga, requisito para el desarrollo sustentable de la Región Sureste del Estado
El pasado viernes, el periódico VANGUARDIA informó que llega a Saltillo la empresa SKYJACK que demandará 460 empleos. En días pasados, el periódico El Financiero publicó que Stellantis, un grupo automovilístico internacional con sede en Países Bajos, está considerando renovar su planta ubicada en el sector industrial de Derramadero, para construir vehículos híbridos y eléctricos, al tiempo que transforma su línea para satisfacer la creciente demanda de transporte a batería. Por otro lado, hace dos años, el presidente de la Asociación de Administradores de Recursos Humanos Coahuila Sureste (ARHCOS), informó que había un déficit de alrededor de 11 mil trabajadores en Saltillo. Otro medio informa que –debido a la demanda de trabajadores– acuden a Saltillo personas de diferentes estados de la república y diariamente se trasladan personas de Zacatecas y Parras para trabajar.
El crecimiento de la Región Sureste del estado se ha acelerado por el incremento de industrias y pequeñas empresas que llegan a instalarse. Actualmente existen 8 parques industriales establecidos y 5 más están en construcción. Pero alguien se ha preguntado ¿hasta cuándo seguirá creciendo la ciudad? ¿Sabrán los nuevos inversionistas y los gobiernos estatal y municipales, que esta región tiene graves problemas de abastecimiento de agua y que –si no se toman medidas drásticas para detener el desarrollo– llegará el momento en que la ciudad se colapse?
Para que esta región pueda tener un desarrollo sustentable, se requiere conocer la “Capacidad de carga” del valle y la región, que es el número máximo de individuos que puede vivir en un espacio determinado sin llegar a degradarlo y contar con el volumen total de agua requerido para uso urbano y la producción de bienes y servicios.
Es preocupante la reserva de agua que se tiene para el presente y futuro de la región.
Según datos de la CONAGUA, los tres acuíferos de los que se abastece la ciudad de Saltillo son: Saltillo–Ramos Arizpe, Cañón de Derramadero y Saltillo Sur, se encuentran sobreexplotados, ya que su disponibilidad media anual es negativa. De acuerdo a información de la CNA:
Para el acuífero Saltillo Sur, la recarga anual es de 13.4 Millones de Metros Cúbicos (MMC) al año y la extracción autorizada por CNA, es de 65.88 MMC al año, por lo que se tiene un déficit de 52.5 MMC al año. Para el acuífero Saltillo-Ramos Arizpe, la recarga anual es de 65.9 MMC al año y la extracción autorizada por CNA es de 117.407 mm cúbicos al año. Por lo que existe un déficit de 54.21 MMC al año.
Para el acuífero Cañón de Derramadero, la situación es menos crítica, ya que la recarga anual es de 31.6 Millones de Metros Cúbicos (MMC) al año y la extracción autorizada por CNA, es de 34.4 MMC al año, por lo que se tiene un déficit de 2.8 MMC al año.
El déficit total de los tres acuíferos es de 109.5 MMC al año.
Estos datos son contundentes para conocer el alto riesgo en el que se encuentra Saltillo y nos hace deducir que ha existido un contubernio perverso entre la CNA y los demandantes de agua.
Nuestra organización, la Asociación de Usuarios del Agua de Saltillo, AUAS, A.C. ha denunciado –desde hace más de 17 años de muy diversas maneras—, el peligro del mal manejo del recurso en el valle de Saltillo. En todo este tiempo las autoridades han ignorado nuestros señalamientos. También tuvimos reuniones con las cámaras empresariales para informarles del peligro que se tiene en puerta, y lo mencionamos de una manera muy clara: Sin agua no puede haber desarrollo y el patrimonio de los saltillenses se verá en peligro cuando esta escaseé.
De acuerdo con datos de AGSAL, el volumen de extracción en el año 2001 era de 50 millones de metros cúbicos y los usuarios del agua en la ciudad eran cerca de 150,000. Sin embargo reportan que para el año 2021, la extracción de agua era de 57 millones de metros cúbicos por año y el número de usuarios era mayor a 270,000. Resulta imposible creer que solamente se haya incrementado en 7 millones de metros cúbicos la extracción, cuando el número de usuarios creció a casi el doble. Hay que considerar que el porcentaje de fugas físicas prácticamente no disminuyó hasta el 2020 (datos reportados), estando alrededor de 40%. Nos cuesta entender la existencia de tantas fugas, a pesar de que se le ha pagado a INTERAGBAR de México, más de $250 millones de pesos por asistencia técnica en el tiempo que existe la empresa (dos millones de pesos mensuales).
Y a pesar de tener el conocimiento de que los acuíferos de los que se surte la ciudad de Saltillo, están sobreexplotados, ¡la ciudad sigue creciendo! Según datos de proyección de crecimiento del INEGI, la Zona Metropolitana Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga, el Valle contará –para el año 2040– con más de 2 millones de habitantes. Este crecimiento exponencial, deja de manifiesto la inmoralidad del sistema inmobiliario y empresarial, que lo único que les interesa es la parte económica, considerando de mayor importancia el PIB de la región que las consecuencias del crecimiento a futuro.
Hacemos un llamado a las autoridades municipales y estatales de que la ciudad requiere de un crecimiento planificado. La población debe estar informada de los riesgos de violentar la Capacidad de Carga del Valle. Además hay que tomar en cuenta que no tenemos fuentes de agua accesibles que nos puedan resolver fácilmente el problema de desabasto. No contamos con ríos, ni arroyos, ni lagos, ni lagunas, de donde abastecernos. De no actuar ahora, el colapso será inevitable y la conciencia de la proximidad de un colapso general, podría provocar también cambios importantes y rápidos en la conducta de la gente.
¿Qué se debe hacer ante la crisis del agua en Saltillo? ¡No rebasar la capacidad de carga! No seguir creciendo, reducir las fugas, reutilizar el agua residual, una gran campaña de ahorro del agua, desarrollar y poner en práctica mejores políticas y reglamentos, crecer verticalmente, respetar el derecho humano del agua, mejorar el riego y las prácticas agrícolas y educar a los ciudadanos para el cambio de modelo de consumo y estilos de vida.
Si queremos tener un desarrollo sustentable de Saltillo y su zona conurbada, se debe buscar el equilibrio entre lo social, lo ambiental y lo económico. Estamos en un momento crucial para el desarrollo futuro de la ciudad. Si se comete una equivocación, la historia le reclamará al Alcalde que le toque el colapso y no estarán los anteriores alcaldes ni gobernadores para hacerse responsables por no haber actuado a tiempo. Y la ciudadanía será copartícipe, por su pasividad al no haberle exigido a las autoridades corregir el rumbo de crecimiento de la ciudad.
Rodolfo Garza Gutiérrez