Mirador 25/10/2024

Opinión
/ 25 octubre 2024

En la cocina de la casa del Potrero la sobremesa se ha alargado al terminar la cena. La buena compañía y las copitas del buen mezcal serrano hacen que se anime la conversación.

Don Abundio relata un sucedido de doña Rosa, su mujer.

-Le robaron un marranito, y supo que la ladrona era la comadre Micaela. No dijo nada. Pasó el tiempo, y entonces sí denunció el robo. Le preguntó el juez del rancho:

-¿Cuándo te robaron el puerquito?

-Hace un año.

-¿Y hasta ahora vienes a presentar la denuncia?

-Es que estaba esperando a que la comadre me lo engordara.

Todos reímos, menos doña Rosa, que se enfurruña. Dice:

-Viejo hablador.

Con índice y pulgar don Abundio figura el signo de la cruz; se lo lleva a los labios y jura:

-Por ésta.

¡Hasta mañana!...

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