¿Periodistas encadenado?¿Dónde estamos, en ISIS?
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¿Qué es esto de periodistas sometidos, vejados y encadenados, obligados a decir en un video lo que el sicariato les impone frasear mientras sus miradas suplicantes y aterrorizadas esperan lo peor?
Sí, lo peor, una brutal ejecución. Escupitajos, injurias, burlas, humillaciones, torturas, y ¡zas!, la decapitación despiadada cuando a sus verdugos sicarios se les antoje empezar a desmembrar sus cuerpos, embolsarlos, y luego tirar los restos donde sean fácilmente hallados para que generen terror.
En algún sitio de la zona calentana de Guerrero son grabadas las imágenes. Junto a un coche blanco, estacionado bajo el techo laminado de un predio, pasa esto:
“Mi nombre es Fernando Moreno Villegas”, dice uno de los encadenados. “Yo soy Alan García Aguilar”, declara el otro. “Nosotros somos parte del equipo de Escenario Calentano (publicación digital creada hace cinco años). Estamos aquí, pagando las consecuencias (se le quiebra un poco la voz a Fernando, que recién retoma la palabra)... de las publicaciones que se realizaban en contra de estas personas y de diferentes personas en la región de Tierra Caliente del Estado de México, Michoacán y Guerrero”.
Vaya. “Pagando las consecuencias” de ser periodistas. ¿En qué país encadenan y graban a periodistas como castigo por ejercer el periodismo? ¿Imagina usted qué sucedería en Estados Unidos si unos capos hicieran algo similar a unos reporteros, por ejemplo, de Miami?
¿Dónde encadenan periodistas por publicar algo “en contra” de alguien? “Estas personas” en realidad son criminales y políticos ligados a esos mismos capos. Es decir, delincuentes legales y criminales ilegales, complicidad corrupta que ha permeado tanto en distintas regiones de la república y se extiende como una enredadera sin podar.
¿Dónde hemos visto imágenes de periodistas sometidos y grabados así? ¿En qué país? ¿En qué guerra? ¿Qué es esto? ¿Prensa sometida por terroristas?
¿Qué, estamos bajo el yugo de ISIS en Medio Oriente donde grababan y decapitaban a periodistas “infieles”?
Una y otra vez hemos rebasado todos los límites que en cada ocasión pensábamos insuperables.
La perversa hermandad entre política y crimen, generadora de una extensa zona de silencio en varios estados del País, la narran tres colegas con quienes hablé este viernes y cuya identidad y ubicación reservo por su propia seguridad, tal como lo acordamos. Hoy, les dejo el testimonio del primero de ellos:
“Mira, por ejemplo, para la Costa Grande, específicamente en (...), los compas de allá no pueden decir nada ni publicar nada que vaya en contra de los intereses del alcalde. ¿Por qué? Te hablan directamente y te amenazan. No es nada más él en la Costa Grande, es ponerte un ejemplo. Otro lugar donde está cabrón es la Tierra Caliente, en su totalidad. En los municipios de esa zona no hay manera de que puedas trabajar adecuadamente. Ahí es por La Familia Michoacana, específicamente. Te amenazan primero. Y si no entiendes, como advertencia van hasta tu casa. Fue el caso de Alan. Allá no puedes publicar nada sin su permiso. Nada.
“A finales de noviembre, principios de diciembre, cuatro compas de Teloloapan quemaron sus chalecos, sus credenciales, todo, y dijeron: ‘Ya no hay condiciones para trabajar aquí’. Bueno, te decía: y luego de advertirte en tu casa, sigue otro aviso, una tableada. Te bajan los pantalones y con una tabla en las nalgas. Y te la cantan: ‘Bájale, o te voy a chingar’. Y si es grave el asunto, te dicen: “No entiendes” y te levantan inmediatamente.
Y ya no apareces. Ya no apareces. Cada vez está peor, carnal, sí. Estamos totalmente vulnerables, carnal”.
Nada que agregar. Sólo preguntar: ¿qué es esto de periodistas encadenados y aterrorizados? ¿Vivimos bajo ISIS? ¿Dónde demonios estamos?