Poder Judicial Federal: ¿hay real imparcialidad?

Recuperar la confianza de la ciudadanía es uno de los retos principales que tiene frente a sí el Poder Judicial de la Federación. La imparcialidad de su actuación está en duda
La imparcialidad constituye el atributo más importante en la conducta de los juzgadores, quienes se encuentran obligados a emular a la diosa Temis, personaje de la mitología griega que constituye la personificación de la ley, la voluntad y la justicia divinas.
La personificación de Temis deja muy clara la forma -sencilla, pero eficaz- de lograr la imparcialidad: vendarse los ojos, de forma que sean las evidencias, y no las personas o sus características individuales, los únicos elementos a tomar en cuenta para resolver un caso.
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Se trata, desde luego, de una metáfora. Pero es una que tiene -y debe tener- traducciones muy claras en la realidad y, sobre todo, en la conducta de quienes tienen a su cargo zanjar los conflictos entre individuos, a partir de los instrumentos que provee la Ley.
La venda sobre los ojos de Temis debe entenderse entonces como el compromiso de los juzgadores para no inclinarse indebidamente hacia alguna de las partes en un litigio, es decir, como su vocación por la rectitud y la conducta proba de la cual no debe apartarles ninguna tentación.
No se trata, es conveniente decirlo con toda claridad, de una romantización de la justicia, sino de la aspiración mínima de una sociedad que ha puesto en las formas democráticas su esperanza por construir comunidades realmente igualitarias en las cuales el trato equitativo ante la ley sea una realidad tangible que todo mundo pueda apreciar.
El comentario viene al caso a propósito del reporte que publicamos en esta edición, relativo a la conducta manifestada por el magistrado Édgar Humberto Muñoz Grajales, integrante del Tribunal Colegiado en Materias Civil y Administrativa, del Octavo Circuito, del Poder Judicial de la Federación, en un caso en el cual VANGUARDIA figura como tercero interesado.
Como se consigna en el reporte periodístico, Muñoz Grajales ha “advertido” a los representantes legales de esta empresa que “acelerará” la resolución del caso, lo cual acrecienta las sospechas en relación con la posibilidad de que haya perdido toda objetividad y esté actuando con el interés de favorecer a una de las partes de manera indebida.
La sospecha se vuelve aún mayor cuando se advierte que, derivado de la reciente reforma judicial, el cargo que Muñoz Grajales ostenta en el Poder Judicial de la Federación es uno de los que habrá de renovarse mediante voto popular en la jornada comicial del primer domingo de junio próximo.
Y aunque el aún Magistrado ha solicitado que se le incluya en la boleta mediante la cual se definirá a quien ocupará el cargo a partir del 1 de septiembre de este año, los especialistas en el tema han señalado que, debido a las circunstancias en las cuales se desarrolla la elección, es sumamente improbable que los actuales funcionarios judiciales sean electos.
Resulta imperioso, ante esta realidad, que el Poder Judicial de la Federación renueve su compromiso con el actuar imparcial de sus integrantes y ofrezca garantías a los justiciables en el sentido de que sus casos serán juzgados sin sesgos ni a partir de criterios pervertidos.