Agenda saturada (2)
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Punto uno: lo primero es estar vivos. Tener salud y estar vivos. Lo demás llega por añadidura. Por eso del liminar anterior y claro que no es regla eterna
¿Por dónde iniciar, por dónde comenzar? ¿En este abecedario del demonio en el cual estamos inmersos: cuál letra va primero, la A o la B? el silabario marca a la letra que debemos encabalgar luego de la A, la B, pero no la Z. En la Ciudad de México como casi en todo el País, primero es conjugar la Z, la W y luego lo demás. Somos un galimatías. Apenas inicia año y la agenda está más que saturada. No hay tiempo de buenos deseos y vaya, ni de planeación. Todo es urgente y todo es para hoy. Incluso mañana, puede ser peor. Puede ser letal. La pandemia del virus chino puso al mundo de cabeza y no hay tiempo que perder. Hoy menos que nunca. Mañana ya es tarde.
La agenda, repito, está saturada. Agenda política, social, cultural, editorial. Y claro, nuestra agenda personal y familiar, que es lo más importante en nuestra esfera inmediata, muestra signos muy peligrosos de agotamiento. ¿Cómo le ha ido a usted señor lector en su esfera inmediata y personal, en su círculo más cercano? ¿Usted es de los que piensa, como yo, que el año pasado, 2020, fue un año perdido? No le condeno. Para una gran porción de la humanidad fue un año para el olvido. La llegada de las vacunas a México ha sido un caos. Llegan a cuentagotas y apenas vamos a ver, observar su respuesta en cada humano el cual la está recibiendo. Sigo manteniendo mi tesis que he leído con científicos de alto calado de los cuales y aquí, le he presentados textos. Creo lo siguiente: se necesitan de 5 a 10 años para ver un resultado claro, objetivo y valorativo de si las vacunas son buenas y de verdad funcionan. ¿Me voy a vacunar llegado el tiempo? No lo sé hoy. Llegado el momento lo decido. ¿Me ha mordido el bacilo de ojos rasgados? No. Ya me hice una ocasión la prueba por pura vanidad y para fortuna mía, salí negativo.
Punto uno: lo primero es estar vivos. Tener salud y estar vivos. Lo demás llega por añadidura. Por eso del liminar anterior y claro que no es regla eterna. Cualquier día me puede morder el muy desgraciado y ladino bicho. Por eso hay que seguir alertas. Y de hecho usted ya lo sabe, empezó la vacunación y hay un rayo de esperanza. Pues sí, pero debe de juzgarse y con mano de hierro a dos seres humanos que tuvieron bajo su yugo el manejo de la pandemia: Andrés Manuel López Obrador y san Hugo López-Gatell. Las muertes por COVID-19 ya superaron otras causas comunes de muertes entre nosotros, como las defunciones por afecciones cardiacas, accidentes de tránsito, cáncer, diabetes.
Escribo estas notas días antes del 1 de enero. Las muertes por COVID-19 y en datos preliminares, ya son la principal causa de muerte en Nuevo León, en Coahuila y en el País. Una tragedia. Y ni AMLO se puso mascarilla y ni López-Gatell le dio importancia al “semáforo” de alerta. “Es intrascendente”, espetó en la Ciudad de México. Y en días, se tragó sus palabras. La situación insostenible hizo que se clausurara de nuevo la vida pública en la capital: una calamidad. Escribo estas líneas cuando van más de 122 mil 855 muertos. 816 muertes diarias, recientemente. AMLO y López-Gatell deben ir a juicio.
Esquina-bajan
Punto dos: con las anteriores cifras, otros países están plenamente confinados y con medidas de emergencia. ¿Aquí? Aquí no pasa nada. Un día anterior, cuando se acercaban las fiestas grises de diciembre, Andrés Manuel López Obrador recomendó quedarse en casa y no salir… y él agarró avión y se fue a Sonora para tratar de apuntalar la candidatura para la gubernatura de su alfil allí, Alfonso Durazo. La cual no, no prende. La política, la gobernanza sigue siendo el punto clave en estos días y en este año. 2021 es clave en la elección de diputados federales los cuales serán el contrapeso ideal para las decisiones verticales de AMLO.
Punto tres: AMLO, cuando no miente, engaña. Miente, engatusa, solapa actitudes belicosas, siembra desdichas, se convierte en juez y verdugo. En fin, nada nuevo. Pero, no sus palabras, sino sus acciones y su modo de actuar es lo que realmente lo definen. ¿Recuerda usted cuando el tipo en campaña hablaba de desaparecer a las fuerzas armadas como tales y hablaba de regresar a los cuarteles militares a todos con el fin de evitar la “militarización” del país? No sólo no los desapareció ni los confinó, sino que ahora los hizo “todólogos” y estos cumplen con cuanta labor y trabajo se le ocurre a AMLO.
Usted lo sabe: las fuerzas armadas tienen en su poder el control de las aduanas (49). Son constructores (construyen un aeropuerto, el Santa Lucía). Son banqueros (construyen las sucursales y trasladan los valores del “Banco del Bienestar”). Son médicos especialistas (operan hospitales COVID-19 y ahora, aplican la vacuna). Son una especie de “cadeneros” (tienen a su cargo el cuidar el paso de migrantes del sur del país hacia EEUU). Las fuerzas militares limpian el sargazo de las playas, cuidan los puertos marítimos… y ahora, los militares tienen la obligación de armar una empresa militar para operar y administrar tres tramos del Tren Maya y de plano, administrar el aeropuerto de Santa Lucía. Puf.
Punto tres: aquí en el vecindario, continúa la violencia sin bozal ni control. En Piedras Negras asesinaron a golpes al médico saltillense Francisco Javier “N”. Fue en pleno centro de la ciudad el pasado 23 de diciembre. En Tecate BC, fue acribillado Gabino Ayala, cantante de narcocorridos del grupo “Máximo Impacto”. Música altamente violenta y ríspida. La cual en Coahuila no obstante que está prohibida, se programa en lugares públicos sin sobresaltos. “Leyes perfectas” sin efecto alguno. ¿Cuál será la línea política y de trabajo del lagunero Eduardo Olmos en el Congreso? ¿Dejar hacer y pasar?
Letras minúsculas
La agenda está saturada. No hay tiempo de desear buen año nuevo. A darle duro señor lector.