El candidato incómodo
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La ironía de la vida, dirán algunos: en el marco del “Día internacional contra la corrupción”, vía entrevista por radio nacional, un exgobernador coahuilense anunció su intención de buscar una diputación local (VANGUARDIA, 9 diciembre 2016).
Busca fuero, dicen los contras. Quiero servir más, dice el aspirante.
Unos días antes, el hijo del hoy aspirante adelantaba la participación: “Queremos que nos juzgue la gente”, fue la expresión (VANGUARDIA, 22 noviembre 2016).
Pues, hasta ahora, quien juzgó fue la Dirigencia Nacional del PRI. Parece no convencerles eso de que en ningún lado le han encontrado responsabilidad. Eso es lo que se ve desde acá, al menos.
Como para que no hubiera dudas, y como para que se sepa que el tono ya subió, el mismo presidente nacional del partido aseguró que el exgobernador no participará bajo las siglas del PRI (VANGUARDIA, 20 diciembre 2016).
Pero el asunto no terminó ahí. Resulta que hay un partido llamado Joven que está más que dispuesto a pelear por la sobrevivencia electoral del exgobernador, ofreciéndole su parcela. Rápido, algunos analistas señalaron que quien se postula por otras siglas queda fuera del partido.
¿Un respiro para los malquerientes? Para nada. Inmediatamente después se habló de la búsqueda de una alcaldía, luego de una participación por una diputación vía el Partido Joven bajo la figura de una coalición… con el PRI. ¿Fuera de lo posible? No tanto.
Apenas este martes pasado, el PRI y otros seis partidos, entre ellos el multicitado Partido Joven, formalizaron su intención de participar en coalición. ¿Será que el PRI Coahuila termine dando la espalda al dicho de su líder nacional?
Entre lo más reciente, un audio dizque filtrado propagándose rápidamente en redes sociales. Que no le “cusquen” al león, se le escucha al exgobernador. Que no lo saquen del PRI o en Coahuila sacan al PRI, afirma el también exlíder nacional de ese partido.
Es una grabación donde, por cierto, el exgobernador llama “traidor” a quien todavía –y por algunos meses más– está en funciones. Audio donde se escucha cómo se descalifica a quien todavía despacha frente a Catedral: ese que “desayuna caviar y champaña todas las mañanas… pero ese cabrón es un abejorro. Al rato va a regresar” (VANGUARDIA, 22 diciembre 2016).
Uno escucha y no queda más que pensar que allá en España se vivía con modesta beca y al día. En fin, qué sabe uno.
¿Saldrán a cuestionar la autenticidad del audio como sucedió con la carta? Lo que queda claro es que los pájaros sobre los alambres tienen varias agendas.
El preámbulo, apenas. La tensión antes de las elecciones, en familia.
¿Será que el final del llamado “moreirato” estaba ya, desde siempre, en su propio origen? Como dicen: “pa que la cuña apriete…”.
Operación minuciosa es la que se requiere: pero ¿serán cirujanos o carniceros?
El nacimiento y la consolidación de una nueva clase política representada por un apellido que hasta hace una par de décadas, poco o nada significaba en esas arenas. ¿Su ocaso en breve? Y, como sucede en estos asuntos, hasta los nietos serán tocados por la buena o mala fortuna de las decisiones que se tomen por estos días.
Como quiera verse, los efectos se están viviendo.
El ciudadano de a pie, el que con el Gobierno tiene una relación laboral o por los servicios que necesita. Ahí es donde se sufre el secuestro de un Estado y sus organizaciones. Pero ésta es otra historia.
@victorspena