Mirador 29/04/20

Politicón
/ 29 abril 2020
true

Jean Cusset, ateo con excepción de la vez que pensó que se había contagiado del coronavirus, dio un nuevo sorbo a su martini –con dos aceitunas, como siempre– y continuó:

-En estos días de reclusión he vuelto a leer y a meditar las Coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre. El poema es una de las más altas cumbres de la expresión en lengua castellana. ¡Cuánta belleza y qué profundidad hay en esos versos llamados de pie quebrado! Su ritmo parece imitar el de las campanas que doblan a muerto: lo hacen con dos repiques largos y uno corto, seco, que se da sin separar el badajo del bronce. Manrique recogió en sus reflexiones acerca de la vida y de la muerte dos temas predilectos de los poetas latinos: el “Memento mori” –recuerda que vas a morir– y el “Ubi sunt”? –¿en dónde están? –, referido a quienes fueron dueños de fortuna, de fama o de poder y que ahora se encuentran en la tumba. Eso nos lleva a pensar en lo mismo que esta epidemia nos ha mostrado: la fragilidad de las cosas humanas. Ojalá después de que el peligro pase hayamos aprendido a valorar lo que realmente importa por encima de lo superficial y pasajero.

Así dijo Jean Cusset. Y dio el último sorbo a su martini, con dos aceitunas, como siempre.

¡Hasta mañana!...
Armando Fuentes Aguirre

TEMAS

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM