Postal desde Ibagué

Politicón
/ 30 octubre 2016

Ibagué es un municipio colombiano ubicado en el centro-occidente del país. Se encuentra sobre la Cordillera Central de los Andes entre el Cañón del Combeima y el Valle del Magdalena. Es la capital del departamento de Tolima y, por razones culturales, “la capital musical” de toda la nación. Tolima es la cuna de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ahora tan mencionadas en la prensa internacional por el proceso de paz.  

La mezcla de todo esto hace de Ibagué una ciudad con sello propio. No destaca como Barranquilla o Cali; Bogotá, ubicada a unas tres y media horas por carretera, es todo un monstruo a su lado. Es un lugar relativamente pequeño, con aires de provincia en crecimiento y pocos turistas. 

Ando por acá, por razones profesionales.  

Contrario a lo que pudiera esperarse, los colegas de la academia y el gobierno no hablan del plebiscito o la paz. Es un tema que, como extranjero, medio toco para conocer; pero no ha provocado demasiadas reacciones. Antes que todo, para mi sorpresa, expresan su sentir por la muerte de Juan Gabriel. 

No es que el proceso de paz no importe. Es agotamiento según parece.

Prefieren repasar algunas de las letras de “El Divo de Juárez”. Comentan de una presentación en su memoria en el Teatro de la Ciudad este fin de semana. De ahí, pasan a las telenovelas de Televisa y a las películas de Pedro Infante y Jorge Negrete, mismas que a más de uno le recuerdan agradables tardes de domingo en la plaza Bolívar donde, hará unos 30 o más años me dicen, se proyectaban.

¿Estarán cansados de hablar del proceso de paz y del Nobel de su Presidente o será que tienen otros temas en la agenda? 

Una minera brasileña está por instalar un establecimiento para extraer oro y hay preguntas sobre los riesgos que eso les puede representar: con el cianuro no se juega, afirman. Este fin de semana estuvo programado un plebiscito para saber el sentir de la gente pero fue aplazado a última hora. 

Los servicios de salud, sus médicos y enfermeros se han manifestado afuera del Edificio Municipal. Piden respeto a sus derechos laborales y material para hacer bien su trabajo. Más o menos lo mismo que parece suceder en todos lados… como si se tratara de una conspiración para migrar a servicios privados. En fin.

La paz, las pláticas siguen presentes. Cuestión del azar no toparme con el tema, supongo. Pero de que importa, importa.

En la televisión nacional se han creado un par de personajes: Pacífico Cabrera y su cabra “Colombianita”. A lo largo del día aparecen en la programación explicando por qué es importante seguir por la ruta de los acuerdos. El señor Pacífico, de largas patillas y negro bigote, le explica a la cabra, y ella le responde reafirmando las ideas principales. Interesante manera de propagar una idea. 

Buen momento para recorrer el país. 

Por acá ando, invitado por la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Ibagué a participar en el II Congreso que organizan, en esta ocasión bajo el nombre “Transparencia: Nuevas tendencias nacionales e internacionales”. Buena la oportunidad para compartir con la comunidad de este centro y académicos de Colombia, España y Chile. 

Mañana lunes acudiré a la Universidad Santo Tomás, en Bogotá, a un conversatorio con estudiosos de las políticas públicas. Charlaremos sobre “implementación”.

Ya el martes de regreso y, con ello, a los temas de este espacio. 

@victorspena
 

 

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