Reforma contra el outsourcing: ¿está México preparado?

Mucho se ha oído de la reforma contra el outsourcing, sin embargo, muy pocos sabemos lo que eso significa y las consecuencias que traería a la economía nacional. En términos generales, el outsourcing es un proceso empresarial en el que se delega a otra organización el cumplimiento de ciertos servicios internos, que de otro modo le resultaría más costoso asumir a la empresa.

En México está figura inició hace unos 40 años y a medida que se fue conociendo, la oferta creció especializándose en diversas áreas para satisfacer las necesidades de las empresas.

Lo que ha propuesto el Gobierno es limitar y vigilar más de cerca a esta figura, pues señala que por ella se han mermado los derechos de los trabajadores y han aumentado los casos de evasión fiscal. Esta reforma busca que el outsourcing sólo preste servicios especializados, con autorización de la Secretaría del Trabajo, multas para quienes incumplan las normas, etc.

¿Pero qué consecuencias trae? Un punto a favor de esta reforma es la mejora a las condiciones laborales, pues de esta manera los trabajadores tendrían una certeza jurídica de su trabajo y recibirían los beneficios directos de trabajar en una empresa.

Sin embargo, pareciera que los puntos negativos son mayores. Existen impactos en distintas áreas y considero que el aumento de costos que generaría a las empresas es el mayor, pues precisamente esta figura fue creada para reducirlos, y este aumento, junto con la gran variedad de impuestos que ya de por sí se pagan en el País, haría inviable continuar con las operaciones, lo que se traduce en pérdida de inversión y empleos, baja en la economía nacional y mayor tasa de informalidad.

Creo que la solución es encontrar la forma de implementar una política tributaria más flexible para las empresas y empresarios, pues de lo contrario las trasnacionales se mudarían a otros países y las nacionales desaparecerían, es tiempo de reforma, pero no de esta reforma, pues el País no está preparado para asumir las consecuencias.

Andrea Soledad Muñiz Llamas, Licenciada en Derecho

Estudiante de derecho; consejera directiva de la Facultad de Jurisprudencia; exdelegada y embajadora de la Asamblea Juvenil de la ONU en NYC y participante del Global Goals MUN en Kuala Lumpur, Malasia.

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