Un candidato en cada hijo te dio

Politicón
/ 11 diciembre 2016

A expensas del Tercer Informe de su administración, los alcaldes de Saltillo y Torreón iniciaron (formalmente) su carrera a la candidatura partidista por la gubernatura. No fueron los primeros en aprovechar la ocasión para, como se dice en esos ruedos, mostrar músculo. Ni serán los últimos.

Ahora que es mera formalidad. 

Así como hay candidaturas que claramente se han construido desde el primer día, otras se han ido definiendo al paso del tiempo. Al que despachaba en Torreón, se recordará, hasta le cambiaron la Ley para saltar de la Secretaría de Desarrollo Social a la alcaldía. Ya desde entonces, se veía dónde estaba el favorito. El de Saltillo, por su lado, tuvo que resolver bastantes detalles para no naufragar en el intento y, aún hoy, es apenas uno de los muchos aspirantes que han levantado la mano desde la oposición.

Pero muchas cosas están pasando: no sólo los alcaldes aspiran, no sólo ellos tramitan licencia para separarse de la responsabilidad, no sólo ellos aprovechar el puesto como plataforma. 

Lo claro a estas alturas es que todos quieren y se ven como una mejor alternativa. Y si ya eran muchos, parió la abuela. Las candidaturas sin partido ya han convocado empresarios y exmilitantes. Otros, que se decían sin partido, han buscado les arrienden alguno, como para torear la soledad. La lista es larga.

Muchos, por supuesto, se quedarán en el camino. Y no todos lo aceptarán.

El PRI local y los dados cargados. La situación de la principal fuerza política de la entidad no es asunto nuevo. Y más de uno, dentro de la estructura, ya se cansó de la banca o la congeladora.

Para evitar una desbandada, hasta harán aquello de lanzar las reglas de la elección interna pocas horas después de que ya esté cerrada la posibilidad de irse por la libre. Se sospecha. Pero en el mediano plazo, no todos los que se queden lo harán de buena gana. O se la cobrarán durante la jornada electoral o después.

El PAN local y su predisposición a ser oposición hasta de ellos mismos. Saltillo contra la Laguna, más o menos. La Laguna contra ella misma. Entre los mensajes que han permeado, por ejemplo, aquél de que quien perdió hace seis años no podría ser buena apuesta en esta ocasión. Desde ahora se ve difícil que el tiempo alcance para construir acuerdos, cerrar las heridas y hacer buena campaña.

El próximo año, además de la gubernatura, se renuevan alcaldías y el Congreso. Multiplíquese todo lo anterior por el número de partidos y la posibilidad de ir sin ellos, y ya nos daremos una idea de cómo se avecina el 2017.

El PAN nacional ha dicho que Coahuila será prioridad, pero el PRI no se dejará. De prevalecer el partido que está en el poder, impactará la aparente racha ganadora de la oposición; si llega el blanquiazul, la curva de aprendizaje se enfrentará a quienes, por décadas, han definido el teje y maneje de los asuntos públicos. Otros actores de fuerzas locales seguramente querrán ser el fiel de la balanza.

El llamado voto duro define elecciones. Muchos candidatos, si bien significa pluralidad, también se traduce en la fragmentación del electorado… haciendo que el peso de ese voto duro aumente.

Para quienes no estén en la boleta, el interés cambia. No se trata de llegar, sino de quién llegará, con quién hará equipo y quien será el adversario.

Así viene. Así habrá que aguantarlo.

@victorspena

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