Pregunta simple de una mente infantil, y los adultos nos ponemos a temblar. ¿Qué te hace sonreír?

Opinión
/ 24 febrero 2025

“Mamá, si te dieran un regalo y ese regalo te pudiera hacer muy muy muy feliz, ¿qué sería?”

¡Wow! ¡Qué pregunta tan fuerte! Y eso que viene de una niña. En la mente infantil es una pregunta simple, supongo, pero a los adultos nos pone a temblar.

Ante esa pregunta, algunos de nosotr@s negaremos que algo, una cuestión material, nos haría sentir tal felicidad. Es algo que podemos considerar inapropiado. Entra nuestro ser pseudo-espiritual y abnegado a abogar por el hecho de que “no necesitamos nada más, tenemos todo lo que podríamos haber pedido en la vida.” Es cierto, en la mayoría de las vidas, que tenemos mucho y que fomentar el agradecimiento es una excelente práctica, pero ¿y si jugamos a que le entendimos a la niña su pregunta?

Sí, dejemos que nuestros deseos y anhelos materiales salgan a estirarse las piernas. Yo aún no tengo mi respuesta, entonces aquí hago el ejercicio con ustedes. En este momento de mi vida estoy con deseos de redecorar mi casa. Si alguien me regala elementos que puedan incorporarse a esa actividad, incluyendo su tiempo y esfuerzo compartidos, me harán sentir muy feliz. De hecho es algo que he recibido en los últimos meses del año pasado. Y sí, estoy consciente de que lo que anhelo es vigente en este momento de mi vida y no algo que será, ni ha sido, vigente siempre.

Entonces, ¿qué te pueden regalar que te pondría muy muy muy feliz? ¿Un viaje? ¿Una joya? ¿Una casa? ¿Un coche? ¿Ropa nueva? ¿Una sala? Libros para iluminar y un juego de marcadores Stabilo punto fino? ¿Una carga de leña? Seguramente hay muchas cosas que te haría sonreír mucho, una sonrisa profunda que refleja una alegría muy sincera, hasta cierto punto inevitable.

A mí me ponen feliz los gatitos. Sonrío sin poderlo controlar, aunque ¿para qué querría controlarlo? También me pone feliz ver brotes nuevos en una planta que pensaba que ya no sobreviviría. Me pone feliz ver el éxito de personas a quienes amo. Esas sonrisas me causan hasta lágrimas. Ya divagué de deseos materiales...pero no de las causas de momentánea felicidad.

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