¿Se acaban los bots en Twitter?
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Con la compra que hace Elon Musk de Twitter parece que se acaban los bots y todo será ya con algoritmo abierto.
Se acaban las robotizaciones. Eran anónimos
que se daban todos los permisos para elogiar o para denostar.
Se dice que estará en manos más hábiles para darle a esa red la realización de todas sus potencialidades para una comunicación rápida, inmediata, lacónica, ágil y con muchas nuevas habilidades que sorprenderán.
Desde el Papa y los líderes mundiales hasta la humilde ama de casa teclean sus trinos de pájaro en ese alambre invisible que lleva y trae telemensajes, condensados y ligeros, que toman todos los rumbos del planeta.
Facebook e Instagram ya reciben muchas sugerencias para mejorar sus propuestas y mecanismos, y whatsapp anuncia que perfecciona el poder de modificar mensajes enviados.
Los cuarenta y tantos milloncejos del comprador de Twitter han sido la inversión del talentoso científico de gran trayectoria en el ámbito de la tecnología contemporánea de comunicación.
LAS CAUSAS NO TAN REMOTAS
Los asesinatos tienen mucho que ver con los intereses de los productores de armas del vecino país del norte.
La violencia que causa los homicidios tiene que ver mucho con lo que pasa por la mente de los que la ejercen.
Un estudio especializado de lo que llega a sus ojos y oídos todos los días, en las malgastadas horas de televisión serial, descubriría las causas −no tan remotas− de muchos crímenes frecuentes e impunes.
La furia contra las vidas femeninas tiene otra, además de la raíz antes mencionada. En la misma pantalla en que se aprende la furia se proyectan las imágenes lúbricas y las historias pornográficas para el creciente número de espectadores voraces y de adictos, que ya ven a la mujer sólo como un instrumento de placer.
El “ni una más” tiene que irse repitiendo como puntos suspensivos que nunca llegan al punto final. Acuartelamientos y patrullajes resultan como escopetas que quieren disparar contra mosquitos.
Se intenta apagar el fuego con fuego mientras sigue encendida −en las pantallas− la violencia y la lujuria en todo su esplendor.
¿TREN CON PRISA Y SIN DIÁLOGO?
Claro. No se trata de meter un chivo en una cristalería. Pero sí muchas toneladas de peso yendo y viniendo entre riquezas vegetales y delicadezas subterráneas embellecidas y enriquecidas por la bendición del agua.
Puede ser una maravillosa obra de férrea ingeniería; pero no puede precipitarse −por plazo de sexenio a medias− hasta suprimir el diálogo indispensable, de peritaje suficiente y quedarse en palomear, dar visto bueno y encender luz verde para tender vías, sin ver protección completa en la biodiversidad del paisaje y consistencia segura en el subsuelo.
MÁS ALLÁ DEL ROMPE Y RASGA
Es grandeza la reciedumbre de la condición bravía.
Pero la plenitud de la fuerza es la ternura.
Lo valiente no quita lo cortés. La capacidad bélica ha de compaginarse con la diplomacia.
Nunca será mejor la algarabía insultante que la serenidad del coloquio inteligente.
El video que neciamente se considera más noticioso es el que filma el enfrentamiento que destruye y ningunea.
Pero, más allá del pantano del rompe y rasga está el manantial del dominio de sí mismo, de la comprensión que escucha y la nobleza de los recíprocos perdones que hace posible la convivencia renovada... Esa es la Pascua...